Como cada año, el Tour vuelve a las televisiones (aunque este año no llegará hasta agosto por el tema del coronavirus) y a las consolas con Tour de France 2020 para alegría de los fans. En la edición de este año, nos encontraremos con algunas mejoras hacen el título un poco más completo aunque sigue teniendo muchas carencias tanto en el apartado gráfico como en la jugabilidad.
Empezaremos eligiendo el ciclista y el equipo con el que vamos a competir a lo largo de las 88 etapas de las que se compone el juego. El manejo es muy sencillo y la verdad que no supone ningún reto debido a la escasez de posibilidades, así pues disminuiremos o aumentaremos la velocidad del ciclista según vayamos viendo y tendremos la opción de hacer un sprint para intentar adelantar a los adversarios o sacarles ventaja.
Eso sí, habrá que controlar la resistencia y los niveles de energía para poder llegar al final de la etapa en plenas condiciones físicas. También podremos dar ordenes a los miembros del equipo para que nos ayuden cerrando el paso a otros ciclistas o yendo delante para conservar mientras nosotros la energía.
Podremos participar en carreras largas, cortas, e incluso en circuitos hechos por nosotros mismos, además tendremos el modo desafío y el nuevo modo Time-Trial (contrarreloj), el cual ha sido completamente rediseñado.
Una de las novedades que harán la experiencia de las carreras mucho más inmersiva es la nueva perspectiva en primera persona, en la que sólo veremos las manos y el manillar de nuestro ciclista.
El apartado gráfico no ha evolucionado mucho desde la anterior entrega, los ciclistas parecen clones unos de otros, no tienen ningún tipo de personalidad ni características que los diferencien unos de otros. Los paisajes son bastante planos y la llegada final a los campos Elíseos con la Torre Eiffel de fondo que podría ser algo épico, queda muy descafeninado. Además cuando vas en grupo, los ciclistas chocan entre sí sin ningún tipo de de consecuencia, ni caídas ni nada que te ralentizara más de lo debido.
El apartado sonoro no es muy destacable, las melodías acompañan sin más y tampoco se producen cambios en los momentos más tensos de la carrera que pudieran hacerte implicarte más en ella, eso sí el director del equipo te mantiene informado en todo momento de como va transcurriendo la etapa.
CONCLUSIÓN
Aunque en este año se han añadido algunas mejoras, Tour de France 2020 sigue pecando de lo mismo año tras año y se ha quedado un poco estancado, los gráficos parecen de una generación pasada y el manejo de los ciclistas no permite muchas posibilidades por lo que al final se hace muy repetitivo y poco motivador. Los fans del ciclismo disfrutarán pedaleando por todas las etapas con todos los equipos pero a las personas que no son apasionadas del deporte, no encontrarán mucho aliciente para probarlo.