CRÍTICA CLOSE
Tras pasar por varios festivales y emocionar a espectadores y críticos a partes iguales alrededor del globo, tuvimos la oportunidad de disfrutar de la última obra de Lukas Dhont. Acompañadnos en una de las críticas más especiales del año, empecemos con la crítica de Close.
UN VIAJE A NUESTRA NIÑEZ
Close nos plantea de base un argumento sencillo de entender, Remi y Leo, son dos amigos inseparables, hermanos a más entender que han compartido desde siempre todo el tiempo juntos: juegos, comidas familiares, estudios…etc. Una relación fraternal que empezamos a ver poco a poco como se forja hacia la etapa de la adolescencia donde los problemas, las inseguridades y las dudas comienzan a surgir para adentrar a nuestros dos protagonistas en las más oscuras tinieblas del ser humano.
La película en líneas generales hace de la trama un punto de apoyo, un lugar de partida en el que situar a nuestros dos protagonistas con el objetivo de contar una historia que trasciende más allá de su figura, que lanza un mensaje directo a muchos espectadores, a la sociedad en la que vivimos y cómo actuamos en consecuencia a nuestros actos.
El viaje de Leo y Remi no se vive de la misma manera a la que estamos acostumbrados en otros largometrajes del estilo, la inocencia de ambos niños se ve envuelta en la crudeza de la realidad, en el desamparo de cuando nuestro mayor apoyo nos abandona y en definitiva un viaje sobre algo llamado amor en una etapa en la que las inseguridades, el temor y las dudas se vuelven nuestros enemigos.
Dhont maneja los tiempos, las energías de los actores y sabe qué tiene que hacer exactamente en cada momento para manejar las emociones del espectador. Sin embargo, considero que en muchos momentos clave de la película no consigue ser consecuente con su dirección y no trata con la misma contundencia a nivel técnico y visual lo que nos esta relatando con su historia.
Con esto no me refiero a que la cinta sería mejor mostrando ciertas escenas de una forma más explícita o causando el impacto en el espectador a través de la vista, sino que todo guarda relación con la trama, con dejar que la relación siguiera fluyendo su curso natural y no tener la sensación de vivir situaciones un tanto abruptas sobre todo en la primera parte de la película, es como si su director tuviera prisa por alcanzar los momentos que quiere coronar.
A pesar de todo esto creo que este joven director está cada vez más cerca de alcanzar su madurez cinematográfica, de convertir estos relatos intimistas, en las verdaderas obras maestras que demuestran ser, porque el potencial, las ideas, y la virtuosidad de Dhont, probablemente nos deparan muchas más alegrías en el futuro.
EL PESO DEL SILENCIO
Con relación al apartado de las interpretaciones estamos ante el punto más sublime, pulcro y diferencial de la película. La sutileza y la madurez que demuestran Emillie Dequene o Lea Drucker, encajan a la perfección con la conmovedora y natural interpretación de Edan Dambrine y Gustav de Waele.
Las escenas donde se combinan la experiencia con la juventud consiguen un clímax de sensaciones, de emociones difícil de poder describir con palabras por el imponente impacto visual que genera en el espectador, y es que como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras, y los silencios, las miradas, los gestos más sutiles pueden llegar a convertirse en el protagonista más importante de esta entrañable historia que no creo que se pueda catalogar como drama romántico sin más, sino una puerta al interior del ser humano, a lo más profundo de nuestro ser.
Como conclusión, Close se convierte en una de las grandes sorpresas para esta temporada ya que no solamente está respaldada por grandes galardones y pases como los vividos en Cannes o Sevilla, sino que se fundamenta en hechos, en interpretaciones y en una historia que, aunque no alcance todo el potencial inicial, no puede sino descubrirme ante un viaje y un visionado que sin lugar a duda son obligatorios de vivir.
