CRÍTICA EL ÚLTIMO VERANO – LO NUEVO DE CATHERINE BREILLAR
Hace unos días tuvimos la ocasión de poder la oportunidad de acceder a un visionado de la última película dirigida por Catherine Breillar, El último verano, que pondrá sobre la mesa un difícil dilema moral para muchos usuarios y que os comentaremos en nuestra nueva crítica.
Infidelidad, «amor», lujuria, el peligro…
Son muchas las cuestiones que se puede plantear el espectador al ver esta producción francesa dónde acompañaremos a Anne, una «ilustre» abogada que ha llevado casos sobre menores.
Ella está casada felizmente con su marido y vive una vida «idílica» con sus dos hijas adoptivas. Por desgracia su marido debe traer a su hijo biológico de su ex esposa al hogar para «reconectar» con él y reconducir su vida.
Un joven adolescente cercano de cumplir la mayoría de edad para así poder volar. Considera en muchos casos que el mundo está en su contra y ahí es dónde juega un papel importante Anne.
Y es que al intentar hacer que forme parte de su familia termina «engatusada» por el adolescente llegando a poner en peligro todo lo que tiene… por su culpa como ella misma confiesa en una de las escenas de la película.
El comienzo de un beso provoca una relación, que termina por una confesión a la que le acompaña el engaño y la manipulación para convertirse en una acusación y finalmente en una resignación.
La intimidad y el desnudo del alma
Al final los personajes durante la película se abren al espectador con escenas dónde ellos mismos se desnudan, tanto en cuerpo como en alma.
Se confiesan entre ellos y eso Breillat lo ha mostrado en varias ocasiones mostrando las relaciones entre los personajes llegando a ocupar la cámara durante varios minutos mostrando directamente las caras de los personajes y haciendo partícipe al espectador de esa incomodidad que existe en ciertas ocasiones.
Un trabajo de cámara más que destacable
Y es que al fin y al cabo en estas producciones se puede jugar más con el apartado artístico ofreciendo unos planos más cuidados que las producciones llenas de efectos especiales.
Estamos ante un drama y para ello se han buscado planos que muestren la complicidad entre los personajes, casi aislándoles del mundo que les rodea como puede ser esa escena final con el fundido en negro y las últimas palabras que se dirigen.
Si que es cierto que en este caso no se ha dado tanta importancia al aspecto sonoro pero no lo ha necesitado ya que solo las voces y los gestos de los personajes creo que han sido lo único necesario para cumplir con su visión.
Conclusión
El último verano busca que el espectador se «implique» en esta historia y se planteé la situación además de juzgar en su conjunto todo lo que está pasando en pantalla. Ideal para aquellos que disfruten de un cine «alternativo» distinto a las grandes producciones.
Puntos Positivos:
- El trabajo que realiza Léa Drucker
- El apartado técnico de la película
Puntos Negativos:
- Se siente en ocasiones bastante lento o nos falta contexto