VAL 2021 CRÍTICA
Coincidiendo con la celebración del 75º Festival de Cannes, la plataforma de streaming Filmin nos ha traído de vuelta uno de los documentales más destacados de la pasada edición: Val.
Un viaje entre realidad y ficción
Como se puede intuir por su nombre, se trata de un documental sobre la vida y trayectoria del actor Val Kilmer, conocido mayormente por ser Iceman en Top Gun o el mismísimo Batman en Batman Forever. Sin embargo, este documental nos da la oportunidad de ver más allá de esos personajes y a través de todos ellos para conocer de verdad a Val.
De hecho, él mismo nos permite entrar en su casa después de haber visto un vídeo casero realizado por el propio Val Kilmer durante el rodaje de Top Gun. De ese joven muchacho que todos recordamos pasamos a un hombre mayor que reconocemos como Val Kilmer. Es la primera vez que el pasado y el presente se muestran ante nosotros.
Una voz, que entendemos que es la del propio Val, se presenta y nos desvela una verdad inevitable y dolorosa: la voz que escuchamos no es la de Val Kilmer, sino la de su hijo Jack, quien a lo largo del documental actúa como narrador y testigo de la vida de su padre. Al poco, descubrimos la verdadera voz de Val, afectada por el cáncer de garganta que ha sufrido. Observamos la dificultad que tiene para hablar y lo diferente que suena su voz a la que recordamos. Es el primer momento en el que la verdad y la ilusión se muestran ante nosotros.
Un documental diferente
Desde un inicio, Val nos deja muy claro de qué va. No es el típico documental con imágenes personales y de películas donde un narrador omnisciente o una serie de entrevistados nos cuentan la vida del personaje en cuestión. Es algo muy diferente.
Se trata de un viaje entre el pasado y el presente, entre la verdad y la ilusión. Esto es posible gracias a que Val Kilmer decidió retratar gran parte de su vida, desde su niñez hasta su vejez, a través de grabaciones de vídeo, llegando a archivar casi 800 horas de material.
Gracias a ello, el documental nos muestra vídeos de los diferentes momentos de la vida de Val: sus momentos de trabajo (en los rodajes de las películas), de diversión (con familia y amigos) y de soledad y tristeza. Así, el montaje utiliza estos vídeos para establecer su relación con el pasado a través de imágenes donde Val se representa, se refleja y, muchas veces, se abre completamente.
Estas imágenes contrastan con las del presente, grabadas por el propio Val Kilmer o su familia, en las que solemos ver a un Val que no para de interpretar, ya sea mediante gestos, bromas o lágrimas. Vemos así a una persona que, en el pasado o en el presente, es tremendamente consciente de que nuestra historia e identidad se construyen a través de los relatos que nosotros mismos nos escribimos mediante nuestros gestos y palabras. A fin de cuentas, realidad y ficción no son más que dos caras de una misma moneda llamada realidad.
Dicho esto, también se intercalan momentos que se pueden identificar con lo que entendemos como una ficción genuina, dominados por fragmentos de las películas que realizó. En ellas se materializan los personajes que Val crea como actor y que nos muestran a un intérprete carismático y polifacético.
Por ello, lo que hace de verdad especial a ‘Val’ es su propia conceptualización. Encontramos que la persona retratada es quien retrata, graba y decide lo que muestra de sí mismo y la forma en que lo hace. En muchas ocasiones, se trata de una grabación naturalista, cámara en mano, donde Val Kilmer muestra su alrededor y a sí mismo. Otras veces observamos imágenes más construidas, planos fijos, estables, donde el propio actor se representa.
En ocasiones, son otros quienes le graban, especialmente su hijo, transmitiendo así su legado. De hecho, la idea del legado está muy presente a lo largo del documental, ya que en muchas ocasiones se relacionan momentos de la trayectoria de Val con la vida de sus hijos y ellos mismos aparecen acompañando a su padre.
A la vez, Ting Poo y Leo Scott, con su dirección y montaje, dan cuerpo al retrato y enriquecen la voz de Val Kilmer a través de la combinación de imágenes con sentido irónico, reflexivo o poético. Del mismo modo, a través de la música (con canciones como «Where Is My Mind» o «Knockin’ The Heaven’s Door«), la narración fluye y se enfatiza el significado de lo que vemos, dando lugar a momentos realmente poderosos.
Además, las obras pictóricas creadas por Val Kilmer se inscriben en el propio documental, no solo apareciendo en pantalla, sino formando parte del grafismo. Así, las cartelas informativas y los distintos capítulos del documental aparecen con la propia letra y los collages de Val, de forma que su retrato llega a todos los aspectos de la obra.
«Una historia sobre mi vida que no es solo mi vida»
«Hacía tiempo que quería contar una historia sobre ser actor. Sobre ese punto en el que acabas tú y empieza el personaje. Sobre la verdad y la ilusión. Ahora, cuando más me cuesta hablar, quiero contarla más que nunca. Una historia sobre mi vida que no es solo mi vida»
Val Kilmer
En palabras de Val Kilmer, esta es «una historia sobre ser actor«, pero realmente es mucho más que eso. Descubrimos a una persona cuya vida ha estado llena de tristeza y de lucha. Un niño que aprendió a amar el cine y la actuación realizando películas caseras con su hermano Wesley y que, tras la trágica muerte de éste, decidió estudiar interpretación para continuar lo que crearon juntos. Un hijo que amó incondicionalmente a sus padres, pese a que la relación entre ellos se truncara y a que ambos arrastraran unos sueños rotos y una tristeza intrínseca a la que el propio Val tuvo que hacer frente.
Un actor que lo dio todo en su trabajo, que se esforzó por crear el personaje perfecto y, sin embargo, se quedó anclado a papeles poco desafiantes. Una persona que ha tenido que vivir de su recuerdo del pasado, de lo que fue, para poder seguir viviendo de lo que más ama: el cine. Y que pese a todo, se siente culpable por no estar completamente satisfecho, por esperar algo más de la vida.
Hay esperanza
Val es un documental que los fans de Val Kilmer van a agradecer y los amantes del séptimo arte van a amar. En él, encontramos una gran reflexión sobre el mundo de Hollywood, sobre todo lo que da y todo lo que quita. También sobre nuestra responsabilidad como espectadores a la hora de demandar cierto contenido o apreciar la labor del artista.
Por otro lado, es una obra en la que cualquiera de nosotros puede verse reflejado por la reflexión que hay sobre la vida y la propia existencia. Porque al final, todos sabemos que vivir significa luchar por lo que amas sin perder aquello que necesitas.
Todo ello está en el documental y todo ello nos acerca a un Val Kilmer real y humano que, pese a todas las desgracias que ha podido sufrir en la vida, parece haber alcanzado cierta paz interpretando al personaje definitivo: él mismo.
«Lo más fuerte de ser intérprete son las que haces que marcan tu vida para siempre. Acceder a hacer una película es firmar un contrato vinculante. […] Y es tu vida lo que arriesgas a renunciar. Una de las cosas que compran con todo ese dinero es un periodo de tu vida: tus experiencias, tus opiniones, tu alma, de algún modo»
Val Kilmer
Val se encuentra disponible a través de Filmin en versión original con subtítulos en español. Hemos podido realizar la crítica gracias al pase de prensa de Filmin.
PUNTOS POSITIVOS
- Es un documental biográfico diferente a los que solemos encontrar, ya que se aleja del narrador omnisciente o de los entrevistados que nos hablan del personaje retratado.
- El uso de imágenes grabadas por el propio personaje, tanto del pasado como del presente, además de los fragmentos de películas, da un aspecto muy creativo al documental.
- Es un gran ejemplo de cómo se puede estructurar la historia y el mensaje a través del montaje y la combinación de los diferentes elementos cinematográficos: la imagen, el sonido y la música. Además, los grafismos mantienen la idea de que el propio personaje está creando la historia.
- Nos muestra a un personaje muy humano y real con el que es muy fácil empatizar. Se trata de una historia que merece la pena contar con sus luces y, sobre todo, sombras, así como por las reflexiones que nos plantea sobre el cine y la vida.
PUNTOS NEGATIVOS
- Pese a que es una historia que merece la pena conocer, puede ser demasiado dura para ciertos espectadores por los temas que trata. Además, a veces nos introduce en la intimidad del personaje de una forma muy directa, lo cual puede resultar chocante, sobre todo de forma inicial. Por tanto, si tienes sensibilidad hacia temas relacionados con la muerte o las enfermedades que provocan un deterioro físico (como el cáncer), se recomienda tener cierta precaución.
- En ocasiones peca de ser demasiado repetitiva en las reflexiones que realiza. Si no entras del todo en esa dinámica, puede resultar fácil desconectar.
- Tal vez su duración sea algo excesiva, por lo que puede resultar pesado si no terminas de conectar con la historia.
No olvides leer nuestra última crítica sobre ‘El tiempo de la felicidad’, disponible en Filmin.