Winter’s Wish: Spirits of Edo Análisis
En el día de hoy regresamos con un análisis de un titulo muy especifico que seguro que hará las delicias de los amantes del género. Hoy os traemos la última aventura para Nintendo Switch de una entrega que veremos si está a la altura de los grandes títulos del género otome, bienvenidos al análisis de Winter’s Wish: Spirits of Edo.
Estamos en el primer año de la era Kyoho. La tierra está gobernada por el octavo shogun Yoshimune Tokugawa. Los repetidos incidentes causados por monstruos en la ciudad de Edo alteran y atemorizan a la población, por lo que el shogunato Tokugawa establece el «Oniwaban» para mantener el orden público y asegurar la ciudad. Las estaciones pasan al año 11 de la era Kyoho.
Una niña de una aldea alejada de Edo tiene el poder de ver «hilos negros» antes de cada catástrofe, lo que hace que los aldeanos, presas del pánico, la expulsen a las montañas nevadas. Un día, un joven del «Oniwaban» se aparece ante ella. Esta es una historia en la que una niña se encuentra con «no humanos» y aprende sobre el amor.
Con este pretexto, nos encontramos con hasta tres rutas diferenciadas donde la historia y los sucesos románticos con sus protagonistas se irán alternando en función de nuestras decisiones y del ritmo que llevemos con los diferentes escenarios ya que cada uno de ellos requerirá de llegar a ciertos puntos para poder seguir avanzando en las mismas.
En definitiva, nos encontramos con una trama que cumple con lo prometido y con un estándar de calidad alto donde el arte y las interpretaciones de sus actores lucen por encima de cualquier otro elemento y lo conviertan en un título digno para los más amantes de este género.
Winter’s Wish: Spirits of Edo nos presenta una propuesta sólida que quizás si que se alarga en exceso aprovechando las diferentes rutas pero que al final sabe el usuario que se va a encontrar y lo que está buscando ante videojuegos de este género por lo que sabe aguantar bien el tipo y estar a la altura de las expectativas.
Aunque bien es cierto que no todas las rutas están igual de cuidadas o saben manejar de igual forma los tiempos y ritmos, la valoración general es bastante buena y las partes que te obligan a acabar ciertas rutas pueden hacer al jugador perder el interés en esa ruta en la que no tiene tanto interés y esto puede provocar algo más de decepción.
Aún con sus flecos sueltos creo firmemente que estamos ante un otome de alta calidad y que nos brindará grandes y largas horas pegados a nuestra consola disfrutando de los romances.