SOSPECHOSO SERIE MOVISTAR PLUS
En el último siglo, la televisión británica ha llamado especialmente la atención por su capacidad a la hora de crear series de suspense de destacable calidad técnica y artística. Así, de la mano de los productores de ‘Line of Duty’ y ‘Vigil: Conspiración nuclear’, llega ‘The Suspect’ (Sospechoso), una adaptación de la novela de Michael Robotham, en este caso protagonizada por Aidan Turner, conocido por obras como ‘Poldark’ y la saga ‘El Hobbit’.
Gracias a Movistar Plus+, he podido disfrutar de los dos primeros episodios de la serie y, aunque no he podido completarla, sí he podido generar una primera impresión sobre la misma. Tal y como esperaba viendo al equipo detrás de ‘Sospechoso’, me he encontrado con una serie que sabe mantener el ritmo a la perfección y engancha sin esfuerzo desde su arranque, gracias a un apartado técnico y artístico que cumple, a pesar de no ser especialmente llamativo. Pero hay mucho más que decir sobre ella.
Al borde del precipicio
Desde su inicio, ‘Sospechoso’ nos muestra claramente cuáles son las cartas con las que juega. Después de unos planos de situación que nos muestran la inmensidad de Londres, vemos por primera vez al protagonista que va a traicionar nuestra confianza más de lo que esperamos: Joe O’Loughlin, un psicólogo clínico que parece tener una vida ideal gracias a su buen contexto familiar y su exitosa carrera laboral.
Mediante una primera escena que consigue que entremos de lleno en la serie sin esfuerzo, se nos presenta a Joe O’Loughlin como un héroe capaz de gestionar situaciones de riesgo con cierta resolución, sobre todo gracias a sus conocimientos sobre el pensamiento humano. Sin embargo, también se nos hace evidente que se trata de una persona que cuenta con su propia vulnerabilidad y con secretos tremendamente conflictos.
Cuando se descubre el cadáver de una joven asesinada violentamente, la dualidad de este protagonista empieza a desarrollarse sin control, dando lugar a una ambigüedad que confunde y, al mismo tiempo, engancha. A partir de ese momento, empezamos a seguir a un personaje que nos hace confiar, dudar e, incluso, sospechar. Así, se inicia un juego que se convierte en la base del thriller que desarrolla la serie y que nos mantiene siempre al borde del precipicio.
Un juego tremendamente adictivo
El mayor interés que tiene la serie reside en su trama. En este sentido, destaca el guion de Peter Berry (además de la novela original de Robotham) en su capacidad a la hora de elaborar esa montaña rusa de impresiones que es ‘Sospechoso’. En sus dos primeros episodios, especialmente en el piloto, los giros argumentales se convierten en una constante. Desde su arranque, la serie nos coge de la mano y nos va sorprendiendo prácticamente a cada rato, con algo que no sabíamos o algo que no esperábamos.
Por lo que hemos visto, se tratan de giros de guion que están bien integrados y que resultan creíbles y emocionantes para el espectador. El peso de gran parte de ello se encuentra en el protagonista y en la dualidad que nos propone, ya que se trata de un elemento que aporta una mayor diversidad e interés en la serie. A diferencia de otras obras que juegan a que dudemos de todos los personajes, aquí se juega a que dudemos solo de uno, pero no de cualquiera.
‘Sospechoso’ consigue que conectemos con un personaje en el que realmente no se puede confiar, que sigamos a alguien que realmente nos puede traicionar y, en ese sentido, ya nos propone algo que, pese a no ser del todo original, resulta más emocionante como espectador. Esto se ve acompañado por la interpretación de Aidan Turner que, tal y como ha demostrado en otras ocasiones, tiene capacidad suficiente para sobrellevar a un personaje lleno de contradicciones y al mismo tiempo hacer que resulte cercano y convincente. Del mismo modo, el resto del reparto cumple a la hora de integrar y desarrollar a sus personajes frente a la pantalla.
No obstante, sería interesante estar atentos al desarrollo y la resolución de la serie, ya que algunas obras de suspense acaban viéndose penalizadas en su parte final por determinados motivos. Es posible que conforme avance los giros dejen de sorprendernos o sean menos creíbles o que, incluso, el final no termine de ser convincente. Pero por el momento todo son especulaciones, ya que todo indica que ‘Sospechoso’ va por buen camino (por ejemplo, viendo la extensión de la serie, de solo cinco episodios de una hora de duración).
La imagen tras el espejo
Más allá de la historia y sus personajes, se halla un apartado técnico que mantiene el tono de suspense habitual en este tipo de obras. Mediante la dirección de James Strong y Camilla Strøm-Henriksen, encontramos los recursos habituales que hacen que el seguimiento de la serie resulte accesible a la vez que entretenida.
De este modo, encontramos planos visuales mayormente narrativos que siguen al protagonista y su relación con el resto de personajes. Generalmente, hay una fotografía más bien fría que gana calidez en ciertos momentos (como los relacionados con el hogar). También los colores parecen perder saturación en ciertas situaciones (sobre todo en las terapias del protagonista). Del mismo modo, la distinción con el pasado se hace saturando mucho más la imagen y añadiendo cierta niebla a sus contornos, favoreciendo la ambigüedad que genera la trama.
El sonido acompaña este apartado visual sin ser demasiado efectista y optando más por el realismo. Por ello, la tensión se añade mayormente con la música, que consigue intensificar ciertas situaciones o servir de transición entre momentos puramente de suspense, haciendo uso de melodías constantes y dinámicas.
Aunque todos estos elementos resultan habituales en series de este estilo, ‘Sospechoso’ consigue tener personalidad en ciertos recursos. Uno de ellos son los mencionados planos generalísimos en los que el ojo se pierde a lo largo de la gran urbe londinense, llena de edificios, carreteras y movimiento. Estos planos no solo sirven de transición entre momentos, sino también de inicio y final, cerrando así el círculo de confusión que genera la serie.
Por otro lado, destaca el movimiento de cámara circular que, desde su inicio, se convierte en algo recurrente en la serie. Con él, se incide en el caos que invade al personaje y en la propia fragilidad del mismo. Una parte de esto también se ve representada a través de los reflejos o de la visión de los personajes a través de cristales. Este elemento nos hace referencia a la fragmentación del yo, el reflejo de uno mismo o la representación frente a los demás.
Por tanto, nos encontramos ante una serie que a nivel técnico resulta más bien funcional. Esto no significa que sea de peor calidad, ya que indudablemente la tiene. Simplemente se ha priorizado en su dirección y producción que sea una serie fácil de ver, entretenida y accesible antes que original, innovadora o sorprendente a nivel visual y sonoro. Pese a todo, hay algunos recursos que consiguen tener identidad propia y reforzarnos ciertos temas claves de la serie.
En conclusión
‘Sospechoso’ es una serie que nos propone una atracción sumamente emocionante y entretenida. Con ella, vamos a poder disfrutar de una trama que está perfectamente orquestada para que entremos en ella y queramos acompañarla hasta el final, aunque tendremos que estar atentos para que no deje de ser impactante y creíble.
Todo nos resultará fácil gracias a unas interpretaciones convincentes (y algunas bastante destacables), además de una apartado visual y sonoro que permite que la serie esté al alcance de cualquier espectador familiarizado con el género del thriller y el suspense. Pese a no tener mucha identidad propia respecto a otras obras similares, desde la dirección se intenta remarcar algunos temas de forma visual, generando algo más de interés y enmarcando así a una serie que merece la pena disfrutar.
‘Sospechoso’ se estrena en doble episodio el viernes 3 de febrero en Movistar Plus+. Cada viernes, un nuevo episodio hasta completar los cinco.
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