‘The Last of Us’ (1×04): una adaptación que no deja de sorprendernos sin perder la iconicidad del videojuego

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THE LAST OF US EPISODIO 4 – CRITICA

La serie ‘The Last of Us‘ ya se ha convertido en un conocido al que estamos empezando a apreciar como algo más que eso, por mucho que nos cueste admitirlo. Después de un arranque glorioso y un último episodio cargado de verdad y amor (analizado por mi compañero Fernando Criado en este artículo), la adaptación del admirado videojuego ha conseguido consolidar una posición que, en cierto modo, ya tenía ganada.

Así, hemos llegado a un cuarto episodio (y a un quinto, del que hablaremos próximamente) con la necesidad de volver a coger aire para enfrentarnos de nuevo a lo que nos espera: un presente lleno de incertidumbre, pero con una promesa presente. Aquella que Joel le hizo a Tess; la misma que Bill le hizo a Frank y que ahora ha pasado a estar en manos de Joel y Ellie para aportarles aquello que más falta les hace (esperanza).

A partir de aquí, habrá spoilers del episodio 4 de la temporada 1 de ‘The Last of Us’.

Dos almas a punto de encontrarse

The Last Of Us Episodio 4

En este viaje que iniciamos hace ya casi un mes, hemos podido ir apreciando cuáles son los puntos que unen y distancian a nuestros protagonistas, Joel y Ellie. Una de sus semejanzas se encuentra en la relación que ambos establecen con la violencia. Ese rasgo parece estar presente de forma casi natural en ellos, como si no pudiesen evitar estar involucrados de algún modo con ella. Y es que, aunque realmente no pueden escapar de esta crudeza por el peligroso contexto que enfrentan, también parecen tener un gusto por ella.

Así, este cuarto episodio comienza con Ellie sujetando un arma frente al espejo. Ellie aprovecha su oscura intimidad, invadida solamente por los rayos de luz que se cuelan desde el techo, para hacer una exhibición de esa violencia intrínseca. En ella, no vemos a una simple niña jugando con un arma, sino a una persona que parece conocer el poder que sujeta entre sus manos. De este modo, la violencia se presenta para ser una constante en el episodio y convertirse en un elemento clave en la relación de nuestros protagonistas.

The Last Of Us Episodio 4

No obstante, la relación entre Joel y Ellie se afianza a través de otras vías. En este sentido, la serie ha optado por mantener algunos de los rasgos más icónicos del videojuego original, recreando así momentos que resultan míticos para los jugadores y que convencerán igualmente a los nuevos espectadores. Estas escenas consiguen reflejar a la perfección el carácter humano que reside en ‘The Last of Us’: dentro del peligro y la desolación que existe en un mundo como este, sigue habiendo momentos donde es posible reírse, relajarse y confiar en el otro, sigue habiendo momentos de humanidad.

Esa dualidad se muestra de manera ideal en Ellie que, pese a tener una madurez impropia para su edad, también conserva un carácter infantil y divertido que consigue acercar a los demás a una realidad no tan cruel. Esa nueva perspectiva se presenta en la vida de Joel de forma inesperada, pero necesaria. De nuevo, ha encontrado a una persona a la que querer y salvar y eso conlleva volver a sufrir, pero también volver a sentir. En este sentido, resulta impresionante la forma en que Bella Ramsey desarrolla su personaje, redefiniendo cada característica del mismo y haciéndola creíble para el público.

The Last Of Us Episodio 4

De esta manera, nuestros protagonistas se acercan en una realidad llena de luz y de calidez, creando un espacio seguro en el que ambos pueden conocerse. De hecho, esos lugares parecen estar relacionados con el exterior que, pese a la destrucción que lo caracteriza, también está lleno de paz y de libertad. Sin embargo, nunca pierde su aspecto amenazante, ya que la fotografía mantiene un carácter realista, adquiriendo tonos más fríos y oscuros con la llegada de la noche, pero manteniendo la calidez con otros elementos (como el farolillo que usan en el bosque).

Por primera vez

The Last Of Us Episodio 4

Poco a poco, estas dos almas destinadas a encontrarse se van acercando cada vez más. Así, llegamos al momento en el que Joel habla de verdad, sobre Tommy y su propio pasado, pero también sobre sus sentimientos hacia Ellie, a quien denomina como «cargo». En este momento, al igual que en muchos otros del episodio, se aprecia la cantidad de matices que tiene la interpretación de Pedro Pascal. A través de sus pausas, su voz ligeramente rasgada y su mirada, podemos saber que Ellie es más «familia» de lo que quiere admitir. Esto se apoya también en un guion con diálogos perfectamente cuidados que, además, dan un espacio donde el actor pueda aportar sus propias herramientas.

Sin embargo, pese a que la realidad nos pueda dar un respiro, la paz nunca dura mucho. Por eso, desde la salida del bosque hasta la emboscado, vemos cómo la imagen pierde saturación e, incluso, adquiere algo de frialdad. También el silencio y la música empiezan a abrirse paso para avisarnos de que hay un peligro inminente, enmarcado por esa montaña de cuerpos quemados que aún rezuman humo. Se acerca la emboscada.

Cuando Joel y Ellie son atacados, se refugian en un local donde convive la oscuridad propia de un sitio interior con la luz proveniente del exterior. La calidez vuelve a aparecer, pero ampliando sus significados. Nos sirve de aviso, pero también nos indica que nuestros protagonistas van a volver a acercarse sin quererlo, sin buscarlo.

The Last Of Us Episodio 4

Inicialmente, Joel y Ellie interpretan sus distintos roles. Joel es el hombre encargado de defender y salvar a Ellie, de hacer uso de la violencia para sobrevivir. Ellie es la niña que se esconde mientras él hace el trabajo sucio. Pero entonces, Joel es quien necesita ser salvado y Ellie, la niña que sujetaba un pistola al inicio del episodio, le salva haciendo uso de ella. De pronto, sus roles han cambiado. La violencia que les envolvía se ha vuelto evidente y no pueden quitar la mirada de ella.

En este sentido, resulta interesante el uso de los elementos cinematográficos para diferenciar a estos personajes y sus roles y el modo en el que todo se torna. Por ello, al inicio Joel se mantiene en el «campo de batalla», en un espacio cerrado, con zonas abiertas y mobiliario donde esconderse y ganar ventaja en el enfrentamiento violento. A su vez, Ellie se mete por el hueco de una pared y se esconde en un lugar desconocido, poco visible y accesible para el resto, pero donde ella puede observar la violencia que se ejerce fuera.

De esta manera, Joel ejecuta y Ellie observa (y escucha). Estos roles, diferenciados a través del espacio y el arte, también se diferencian a través de la imagen y el sonido. Los planos de Joel se centran en su combate con el enemigo, el uso del arma y la acción de la propia escena, al igual que el sonido, que es directo y cargado de fuerza.

The Last Of Us Episodio 4

En el caso de Ellie, sus planos son más opresivos y cercanos, juegan con las diagonales y siempre tienen presente el hueco por el que ella tiene contacto con el enfrentamiento. El sonido también cambia cuando lo vemos desde la perspectiva de ella, haciendo evidente el juego de la escena entre lo que vemos y lo que no. De hecho, lo que no vemos y apreciamos desde la perspectiva de Ellie llega a tener incluso más fuerza porque juega con lo que imaginamos y figuramos (como ese tiro que escuchamos y tardamos en ver sus consecuencias).

Finalmente, Ellie abandona su rol y sale al exterior para salvar a Joel e involucrarse por fin con la violencia. La música se tensa, el ritmo se acelera y la cámara se centra en la nueva situación: Joel corre peligro y Ellie es la encargada de salvarle. La calma llega con el disparo, que con su golpe consigue callar a la música y centrar la atención en una cámara que se mantiene sobre el rostro de Ellie. El enemigo se muestra herido, humano, evidenciando la crudeza que existe tras toda violencia. Joel, consciente de este cambio, devuelve a Ellie a su escondite, la aleja de esa realidad siendo consciente de que sus papeles han cambiado para siempre.

Nosotros, el pueblo

The Last Of Us Episodio 4

Este cuarto episodio no se centra únicamente en la relación entre Joel y Ellie, sino que también nos introduce a un colectivo sumamente interesante. Se trata de unos revolucionarios que han conseguido derrocar a FEDRA en Kansas City y han establecido su propio sistema, comandado por «el pueblo» («the people») y especialmente por Kathleen.

La interpretación de Melanie Lynskey la convierte en un personaje cuyo poder reside en su inteligencia y capacidad de persuasión y no necesariamente en la fuerza física, que se ve cubierta por su compañero Perry (Jeffrey Pierce). Este tipo de trabajo de personajes consigue aportar una mayor diversidad a la serie y, por tanto, un mayor realismo, ya que una revolución como la que se nos muestra no puede estar guiada simplemente por la fuerza, sino por algo más que eso. Y sobre todo, se esfuerzan por humanizarnos a cada una de las partes implicadas, sin caer en estereotipos o caminos fáciles. De nuevo, estos detalles nos hacen apreciar un guion que no da puntada sin hilo.

No obstante, la serie no se olvida que estos revolucionarios, pese a ser humanos, no son nuestros amigos, sino nuestros enemigos. Por ello, se ven envueltos constantemente por una frialdad que los separa de la cercanía que desprenden los protagonistas, y lo cual se emplea incluso en los colores de sus vestuarios. De hecho, la poca calidez que encontramos en las escenas protagonizadas por ellos pone el foco en sus víctimas, como el rayo de luz cálido que enmarca el rostro del doctor o los tonos anaranjados que iluminan el antiguo refugio de Sam y Henry.

Eso sí, desde la dirección de Jeremy Webb se consigue diferenciar el peligro que significan los humanos (Joel y Ellie, Sam y Henry) para los revolucionarios del que significa el socavón que Perry enseña a Kathleen en uno de los edificios de la ciudad. Con la propia localización, la presencia de una oscuridad solo alterada por la luz de las linternas y un tono de color desolador, nos presenta un peligro que va mucho más allá del conflictos mundanos. Nos recuerda que siempre hay una amenaza que va más allá del ser humano y que es un peligro que no distingue entre «buenos» o «malos», sino que simplemente va a por todos.

Por favor, no me sueltes la mano

The Last Of Us Episodio 4

Con este contexto de fondo, nos volvemos a encontrar con un Joel y una Ellie que ya no son los que conocíamos. En los momentos en los que consiguen resguardarse del destino que les persigue, no les queda otra opción que enfrentarse a lo que han vivido. Ahí es donde, a través de unas interpretaciones completamente magistrales de Pedro Pascal y Bella Ramsey, ambos comprenden que son más similares de lo que pensaban.

Así, de manera casi torpe, con unas emociones a flor de piel, pero reprimidas, ambos confiesan esa realidad. Sus palabras son más fáciles de decir en la oscuridad, en esos lugares donde la luz simplemente se camufla. Allí, al igual que en el espacio que daba inicio al episodio (con Ellie sujetando la pistola), es donde la violencia se hace presente y, en cierto modo, se admira, pero esta vez con los dos protagonistas implicados y con una especie de padre (Joel) que enseña cómo defenderse a su hija (Ellie).

The Last Of Us Episodio 4

Tras este momento de verdadera cercanía, su relación queda destinada a crecer hasta convertirse en algo bello, pero también en algo realmente crudo. En cierto modo, es algo que se aprecia en el final del episodio ya que, después de esta confesión conjunta, sus interacciones parecen ser mucho más sólidas y relajadas. Ambos se dan la oportunidad de hacer bromas, reírse e incluso indagar sobre el otro. Se ha establecido una confianza que les hace sentir cómodos, pero que conlleva ciertos riesgos ante las múltiples amenazas presentes y nuevas (como la aparición de Sam y Henry).

Una transición cargada de emoción

The Last Of Us Episodio 4

Por tanto, este cuarto episodio tiene un carácter bastante funcional. Por un lado, nos permite retomar la historia principal de Joel y Ellie que quedó en un segundo plano en el anterior episodio. Esto nos permite arrancar de nuevo y devolver a la serie al tono más de acción que, solo en parte, le caracteriza, ya que se sigue manteniendo el drama humano que sustenta a la historia. Por ello, Pedro Pascal, Bella Ramsey y el resto de intérpretes no dejan de demostrarnos su talento a la hora de dotar de humanidad a sus personajes y mostrarlos de manera natural y novedosa.

Por otro lado, nos permite que la historia avance hacia nuevos puntos narrativos, de forma que funciona como un episodio de transición. Sin embargo, como viene siendo habitual en esta adaptación, los creadores saben aprovechar cada una de las ocasiones dadas para expandir y fortalecer la historia que muchos conocemos. De este modo, este cuarto episodio nos ha servido para conocer mejor a nuestros protagonistas y acercarnos a su realidad del mismo modo que ellos. Además, también se han realizado algunos cambios en los revolucionarios y los personajes de Sam y Henry respecto a lo visto en el juego, lo cual siempre es de agradecer, sobre todo para los espectadores que alguna vez fueron jugadores.

Además, al igual que en los anteriores episodios, nos hemos encontrado con una dirección coherente y creativa, que sabe aprovechar los elementos ya utilizados y potenciarlos para ampliar sus significados y potenciar la fuerza visual y sonora de una obra como esta. También ha sabido recrear algunos momentos icónicos del juego de forma que funcionen en el nuevo universo de la serie y mantengan su función expresiva. Así, ‘The Last Of Us’ consigue sorprendernos de nuevo ampliando el universo de la obra original, sin perder lo icónico de ésta y, sobre todo, indagando en el carácter humano de sus personajes y, especialmente, de unos protagonistas que acabarán rompiéndonos el corazón.

Sigue todas las novedades sobre ‘The Last of Us’ en nuestra web.

 

CONCLUSIONES

La adaptación a televisión de 'The Last of Us' no deja de sorprendernos cada semana con su acertado guion (lleno de matices y detalles), su historia expandida, una dirección coherente y creativa en sus significados y unas interpretaciones que consiguen que los protagonistas se ganen el corazón del espectador.

NOTAS

Guion
9
Fotografía
8.5
Sonido
8.5
Interpretaciones
9.5
Originalidad
8.5
Laura Carnicer Santos
Laura Carnicer Santos
Cineasta en progreso. Graduada en Comunicación Audiovisual. Estudiante de cine. Jefa de la sección de Cine y Series.

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