Desde el mismo momento en el que tenemos memoria, absolutamente todos los medios de entretenimiento, antiguos o modernos, han estado compuestos por numerosos estilos claramente diferentes denominados «géneros». Programas de radio y televisión, cine, libros, arte visual como pintura o escultura, música… y, por supuesto, los videojuegos. Durante todos estos años, algunos de estos géneros han dominado por encima de los demás, pero prácticamente siempre han sido hechos pasajeros, lo que podríamos llamar hoy día y de forma más coloquial como «modas». En el caso de los videojuegos, las plataformas han tenido su época de oro en gran parte de finales del siglo XX, mientras que en épocas más modernas, los shooters han derribado al resto. Afortunadamente, a pesar de que actualmente las armas de fuego tienen presencia en un alto porcentaje de títulos, en la actualidad todos los géneros disfrutan de poseer auténticos juegazos en sus respectivos catálogos, sin importar hacia cuál te decantes, ¡nunca fallarás! Pero… sí que volvemos a estar en tiempos donde reina un género relativamente reciente en los videojuegos y que parece que va a más. Muchos sabréis de cuál estamos hablando (sobre todo porque lo dice el título del artículo), y sí, nos referimos al Battle Royale.
Vale, el género Battle Royale también aguarda un componente de shooter, pero ese detalle no es el que consigue que sean tan exitosos. Antes decíamos que cada género tiene muchos grandes juegos en sus catálogos, y a pesar de la relativa juventud de los Battle Royales, éstos ya tienen grandes y divertidos juegos donde escoger, siendo algunos de estos incluso gratuitos. Playerunknown’s Battlegrounds, Apex Legends… Estos dos títulos (y algunos más con menos repercusión) son juegos donde exclusivamente solo podemos jugar a Battle Royale, mientras que por otro lado tenemos otros juegos que se han convertido en auténticos éxitos solo por incluir un modo Battle Royale: Fortnite, Call of Duty: Black Ops 4 (con su modo Blackout), H1Z1, Realm Royale (inspirado en Paladins), etc.
Hay que tener claro que, como todas las modas en el mundo, los Battle Royale levantan tanto alegrías como numerosas críticas. Una de las más repetidas e insistentes es que todos estos juegos son copias descaradas entre ellos: que el más reciente de ellos, Apex Legends, es una copia descarada de cosas de Fortnite, Blackout, etc, o que Epic Games se aprovechó del éxito de Playerunknown’s Battlegrounds para crear rápidamente (de forma literal, ya que tardaron dos meses) un modo Battle Royale para Fortnite, y que, en definitiva, todos los juegos que vinieron después de estos dos últimos mencionados han sido oportunistas. Pudiendo ser cierto, no quita que el primer juego sea a su vez una copia. Llamar plagio o copia a algo resulta muy despectivo, sobre todo hacia el primer juego que hizo un Battle Royale, ya que literalmente se inspiró. Os recordamos que hace unos años, cuando Minecraft estaba en auge, quizá lo más parecido en cuanto a repercusión a los Battle Royales actuales, tenía servidores online donde podíamos jugar a un modo Battle Royale que se llamaban… ¡Los Juegos del Hambre! Efectivamente, estaban inspirados en la saga de películas y libros. Y, ¿sabéis qué? Los Juegos del Hambre está inspirada en otra película japonesa del año 2002 llamada Battle Royale, tal cuál. De modo que la idea no es original de PUBG como muchos podrían pensar, aunque sí que introdujeron mecánicas nuevas, pero al igual que han hecho el resto de títulos Battle Royale.
Pero, ¿por qué un género con una premisa tan simple resulta ser tan exitosa y adictiva? Precisamente por eso. La premisa es simple y directa, y a eso ya le añades la jugabilidad que es marca de la casa de los distintos juegos. La aleatoriedad es otro factor fundamental para que haya gustado tanto, podemos comenzar en el punto del mapa que nos ofrecen que nosotros queramos, y todo lo que encontremos es literalmente aleatorio. ¿Habéis visto la cantidad de visitas que tienen algunos vídeos de abrir sobres de FIFA o NBA 2K? A los usuarios les gusta el «ver qué les va a tocar», y aunque no sea directamente lo mismo, sí que tienen ciertas similitudes en lo de no conocer qué nos vamos a encontrar y tratar de que, sea lo que sea, sea lo mejor.
Todo esto es igual en todos los Battle Royale a términos generales, pero claro que estos juegos tienen diferencias, tanto en estilo gráfico como en mecánicas. Fortnite tiene la construcción, PUBG un estilo más realista y más pausado, Blackout es literalmente un Call of Duty cualquiera con el aliciente de tener un mapa grande donde pegarte con 99 tipos más (y que, evidentemente, no eliges con qué armas quieres combatir antes de empezar), Apex Legends introduce el aliciente Hero Shooter con la introducción de distintos héroes llamadas Leyendas con mucha personalidad cada uno y con varias habilidades. Este último es el más reciente, pero estamos seguros de que no es el único. De hecho, ¡Firestorm, el Battle Royale de Battlefield V, llegará en marzo! De modo que hay donde elegir. Ahora bien, al principio del artículo mencionábamos cómo todos los géneros de éxito a través de la historia han sido una simple moda pasajera. ¿Qué hay de los Battle Royales? Si me preguntáis a mí, yo mismo pensaba hace un año que hoy día nadie jugaría a Fortnite, y anda que no me equivoqué, ¡hasta yo mismo sigo jugando tanto a Fortnite como a Apex Legends! Por supuesto, otra compañía no hubiera aguantado tan bien el tirón como lo ha hecho Epic Games, quienes no han parado de mantener el juego fresco, haciendo que siempre se sienta nuevo. Si Blackout, Apex Legends, Firestorm y todos los que le siguen quieren mantener a su base de jugadores, deberán hacer lo mismo. También hay que tener en cuenta que una inmensa parte del éxito de Fortnite y Apex Legends es el hecho de que sean gratis y que no sean un «Pay-to-Win», sino que solo venden con dinero real elementos cosméticos. Apex Legends introduce el desbloquear leyendas, pero no es necesario pagar por ellos (aunque puedes hacerlo para tenerlos antes) ya que jugando unos cuántos días puedes terminar desbloqueándolos de forma fácil.
Repetimos, Minecraft tuvo una repercusión parecida a la que está teniendo el actual género de moda, y tuvo actualizaciones, tuvo mapas de aventuras creados por los usuarios, mods que hacían del juego algo totalmente nuevo… Y pasó. En la actualidad, muchos usuarios siguen jugando, pero no tiene ni una décima parte de auge como lo tuvo en su momento. Es muy probable que ocurra lo mismo con los Battle Royales, aunque también irán llegando nuevos juegos que mantendrán vivo a un género que, insistimos, ha llegado para quedarse y, no solo esperamos que simplemente se quede, sino que siga evolucionando. También es cierto que para que esto pase tiene que llegar otro género que tumbe por completo a los Battle Royale y también acumule decenas de millones de jugadores, y estamos seguros de que dentro de 10 años (o menos) tendremos que hablar de ese nuevo juego con mecánicas adictivas y que no para de sumar jugadores.
Battle Royale: ¿Moda pasajera o perpetua?
Fecha: