Análisis Dungeon Drafters
Mazmorras y cartas en un mundo PixelArt
Lo primero que me llamo la atención al iniciar Dungeon Drafters fue su estética, un mundo al estilo Pixel Art donde me enfrentaría a mazmorras como si de una partida de ajedrez se tratara, armado con un mazo de cartas mágicas para superar los retos que encuentre, con el objetivo de mejorar cada vez mas mi mazo.
Distintas clases con las que empezar
Al empezar nuestra aventura deberemos de escoger entre 6 clases diferentes, cada una de ellas enfocadas a un estilo de juego.
- Maga: La Maga se lanza a la batalla con el poder de las cartas de Saqueador y la flexibilidad de las cartas del Oráculo.
- Luchador : Hace buen uso de un atrevido y descarado mazo de Saqueador y Guardian, centrado en ataques cuerpo a cuerpo.
- Monje : Controla el flujo de la batalla con un enigmático e introspectivo mazo de guardián y Oráculo.
- Barda : La Barda recorre los desafíos usando su mazo móvil y lleno de súbditos que mezcla al Viajero y al Oráculo en una bella armonía.
- Shinobi: La ágil Shinobi ataca el campo de batalla con un rápido y furioso mazo de Viajero y Saqueador.
- Explorador: Cuenta con un mazo de guardián y viajero de temática de supervivencia, con el que supera las batallas con movilidad y seguridad.
Es de agradecer que existan todas estas variedades de clases, que aunque parezcan que son copias unas de otras, después te das cuenta que no es así, cada una potencia una forma de jugar u otra.
Un mundo amplio y variado
Uno de los puntos fuertes que tiene Dungeon Drafters es su variedad. A medida que avanzamos en el juego nos adentraremos en mazmorras cada vez mas elaboradas con diseños diferentes y enemigos distintos.
Antes de iniciarnos en una mazmorra visitaremos la capital, un castillo donde encontraremos NPCs que nos darán misiones para completar , comerciantes y alguna que otra sorpresa. Da la sensación de que estamos ante un mundo vivo, aunque esto quizás sea tirar demasiado alto.
Cada vez que volvamos de una expedición podremos vender los recursos obtenidos o conseguir sobres de cartas, los cuales abriremos y nos darán cartas para completar nuestro mazo. A medida que avanzamos en el juego iremos personalizando cada vez mas nuestro mazo, memorizando técnicas para derrotar a los enemigos.
Tendremos a nuestra disposición distintas mazmorras, cada una de ellas con unos niveles o pisos que superar, pudiendo elegir si seguir avanzando en la mazmorra o abandonarla si hemos llegado a un checkpoint con poca vida o con suficientes recursos como para querer abandonar y asegurar el botín.
La estrategia , nuestro mejor arma
Al ser un juego al estilo Dungeons & Dragons , no hay ni que mencionar que tendremos que darle al tarro si queremos salir victoriosos. No obstante quiero recalcarlo, estamos ante un juego que nos pondrá en serios apuros, pues los retos que nos aguardan no son precisamente fáciles.
A medida que avanzamos por los niveles de la mazmorra , la dificultad aumentará, llegando a enfrentarnos a un boss final con distintas habilidades que te pondrán contra las cuerdas.
Sin embargo para ello tendremos que habernos armado con buen mazo y sobre todo con ganas de conseguir un buen botín, pues la derrota de este jefe nos dará recompensas de lo más suculentas lo que hace realmente satisfactorio conseguir la victoria ante un enemigo que nos ha derrotado en varias ocasiones.
Conclusión
Dungeon Drafters me ha parecido atractivo por su estilo artístico y luego me ha cautivado con su jugabilidad. El sistema de combate es rápido e intuitivo , ofreciéndonos unos combates llenos de posibilidades y unas recompensas dignas del enfrentamiento.