La industria del videojuego genera dinero, mucho dinero. Ya en el año 2017, la esfera de nuestro medio superó en ingresos, a la industria del cine, del teatro, de la música y la literatura juntos. Siendo un mercado cada día más rentable y con un potencial de crecimiento exponencialmente mayor cada año, el Gobierno español ya decidió que invertir en esta industria -en la escena nacional- podía convertirse en un negocio rentable y en una profesión para miles de jóvenes interesados en ella. Lejos de seguir sufriendo los prejuicios que hasta hace bien poco acompañaban a nuestro medio, la Asociación Española de Videojuegos -AEVI- ha creado de forma reciente un decalogo resumido en 10 puntos que busca impulsar la industria nacional poniendo de manifiesto las creaciones dentro de nuestras tierras.
«España tiene un potencial suficientemente acreditado para convertirse en un actor todavía más relevante en el panorama mundial del videojuego»
Viendo que las fechas de las elecciones marcadas en el calendario para este próximo 28 de Abril están cercas, el noble gesto de AEVI con este decálogo, ha sido proponer a los partidos la implantación del mismo ya que España cuenta con un alto nivel de competencia, creatividad, cualificación e interés por la materia de los videojuegos siendo este, un mercado laboral aun sin explorar y con una cantidad de oportunidades enormes.
El decálogo de propuestas de AEVI:
1. Reactivación de la Mesa del Videojuego para consensuar medidas de apoyo al sector y elaboración de un Plan estratégico nacional del sector.
2. Establecimiento de incentivos fiscales y deducciones de las cotizaciones sociales.
3. Creación de un fondo de apoyo al sector de los videojuegos.
4. Creación de un ecosistema que facilite la inversión extranjera en España.
5. Impulsar la creación de Digital Gaming Hubs en España.
6. Impulsar un programa de fomento de los llamados ‘serious games’.
7. Educación y formación profesional vinculada a los videojuegos y e-sports.
8. Promoción de las vocaciones STEM entre las más jóvenes.
9. Desarrollo de medidas de videojuego responsable dirigidas a menores en colaboración con las instituciones públicas.
10. Situar a España como país de referencia en eventos de videojuegos y competiciones de e-sports.
La primera parte del decálogo presentado por AEVI es una clara muestra de intenciones sobre los puntos económicos que conjugan el plan. La industria del videojuego mueve una cantidad de dinero superior a la ofertada en 2017 en cuanto al teatro, cine, literatura y música juntos. Es un mercado no solo a explotar, también a beneficiar a toda esta generación de jóvenes que no ven un futuro prometedor y a los cuales no les basta con tener un título. La desgana y la baja moral patente en toda España no son más que una muestra de que hoy por hoy, el sistema educativo no oferta formaciones con atractivo para los jóvenes: se busca el rédito económico por encima del gusto formativo del estudiante; se valora más el título o el diploma que una salida atractiva y creativa y, por extensión, en la cual rinda más por hallarse en un entorno acorde a las preferencias del estudiante.
Una ayuda económica, basada en la facilidad para abrir un estudio, para crear empleo en este podrían incentivar no solo la demanda de puestos de trabajo, también en el crecimiento de un tejido industrial que a día de hoy, resulta ser pobre en cuanto al ámbito de los videojuegos se refiere. La Mobile World Congress es un ejemplo perfecto de como una industria tan pujante como la es la de los teléfonos inteligentes -cada día más usados y especializados- puede tener como sede mundial una ciudad española. El auge de los videojuegos puede ser bien aprovechado en este ámbito y el dinero que un evento sobre videojuegos de tales magnitudes como lo son la anteriormente mencionada feria, pueden ser un atractivo económico para cualquier inversionista.
Se puede apreciar en estos puntos el interés que tiene AEVI por realzar la calidad de la industria dentro de nuestras fronteras y de como esta debería comenzar a verse como una oportunidad laboral para muchísima gente, tema que atañe a nuestro país desde la crisis que venimos padeciendo desde 2008. Encontramos en el videojuego, un mercado con una enorme demanda de profesionales que pueden ser tanto formados como empleados en nuestro país. Las rebajas fiscales para los creadores de nuevas IPs, la permeabilidad de la inversión extranjera para esta misma gente y el interés para facilitar tanto la creación de videojuegos como de los puestos que aparecen bajo estas creaciones, debería comenzar a tomarse en cuenta como una medida no definitiva pero si disuasoria de primero, el trabajo que aun es necesario en España y segundo, como la mecha que pueda prender la ilusión de muchos jóvenes que se ven desmotivados ante un futuro poco halagüeño en la Península.
AEVI no solo busca el impulsar el videojuego como una salida laboral y una inversión rentable, también quiere convertir a España en un foco de potencial creativo y competitivo. Busca fomentar tanto la educación del medio en un país que aún no asume esta industria como veraz, también convertir a España en una fuente fiable de jugadores profesionales, eventos internacionales y no quedarse atrás en la carrera de esta pujante industria.
Es por este motivo que AEVI plantea la creación de una línea nacional dedicada a incentivar de forma publica oficinas comerciales dedicadas a atraer inversiones fuera de nuestras tierras. La denominada «Invest in Spain» del ICEX, sería la punta de lanza para abrirse entre la ingente cantidad de inversiones mundiales que se realizan en la ctualidad y de las cuales, por la carencia de un órgano como este, España no puede aprovechar.
Vemos por lo tanto, la entrada de España en un sector que ofrece tales incentivos, ofertas laborales, formación y -una tan necesitada- corriente de aire fresco entre los jóvenes, como algo a tener en cuenta más allá del color del que se tiñan las formaciones políticas de este año. Es una oportunidad demasiado grande para ser desaprovechada y un mercado que muestra muchas ventajas de las cuales, lamentablemente, aun no nos podemos beneficiar. Es por lo tanto, el decálogo presentado por AEVI, una muestra no solo de la rentabilidad del mismo mercado, también una prueba fehaciente de que nuestro medio ha de ser tomado en serio y ser considerado más allá de un puro entreteniendo para comenzarse a ver como una salida económica y laboral estable.
