Analisis Ultros PS5
La burbuja de los metroidvania es una realidad. Sobre todo, en el ámbito de los videojuegos independientes. Por ello, resulta fácil que un videojuego perteneciente a este género pase desapercibido. ¿Es posible innovar hoy en día ante tal sobrexplotación? Por suerte, sí. Ultros es un gran ejemplo.
El estudio sueco Hadoque ha diseñado una obra compleja y exigente. Casi suicida. Muchos jugadores no serán capaces de continuar tras sus primeras horas. Ellos se lo pierden. El sector necesita más títulos arriesgados que huyan del estancamiento y menos clones sin personalidad.
Colores atrapados en el espacio
El juego sigue a una viajera espacial sin nombre que despierta en el Sarcófago, una gigantesca matriz cósmica que contiene a un ser demoníaco conocido como Ultros. Esta protagonista debe explorar, combatir amenazas e interactuar con seres alienígenas para entender su papel en la historia.
Ultros entra en primer lugar por el ojo. Esto se debe al estilo artístico salido de la mente de El Huervo (Niklas Åkerblad), conocido por su trabajo en Hotline Miami. Es un espectáculo visual plagado de colores saturados, figuras que recuerdan a genitales (reminiscencias de H. R. Giger –Alien-) y una cantidad apabullante de información contextual que, sin embargo, no satura especialmente. La sugerente banda sonora de Oscar Rydelius (Ratvader) contribuye notablemente a transmitir un extrañamiento coherente con el tono del videojuego.
La maestra jardinera
Dicho esto, Hadoque no ha entregado una simple cara bonita, pues cuenta con mecánicas originales y estimulantes. En un metroidvania al uso, el jugador debe adquirir habilidades para acceder a lugares del escenario previamente vetados. Aquí, esos «poderes» se ejecutan a través de la figura de un robot acompañante y por medio de una dinámica de plantación de semillas que dan lugar a árboles y plantas diversos.
La cuestión de las semillas puede parecer marciana, pero se revela progresivamente como un acierto audaz. Estas plantaciones son diversas; por ejemplo, una de ellas cuenta con lianas que permiten el desplazamiento por techos. De esta manera, es fundamental estudiar qué se planta y dónde se hace.
Esto último no es sencillo. Ultros confía en la inteligencia de quien maneja el mando, de modo que los tutoriales no abundan. Este detalle puede provocar frustración durante las primeras horas, pero es coherente con un juego que fomenta la observación, la paciencia y el cuidado del entorno natural como medios verdaderamente legítimos para completar la historia.
Toda vida debe ser respetada
En este punto, cabe destacar la importancia de los ciclos, el elemento más claramente roguelite del conjunto. Al contrario de lo habitual, el ciclo no se reinicia con la muerte (la eliminación física lleva al último punto de control), sino tras alcanzar determinados puntos de la historia. Este reseteo permite que tus plantaciones sigan creciendo (y aumenten tus posibilidades de alcanzar nuevos lugares), pero conlleva la pérdida del robot acompañante anteriormente mencionado (y sus «poderes»), así como de habilidades relacionadas con el combate y el desplazamiento (existe la posibilidad de conservar algunas pasado un tiempo); eso sí, resulta relativamente fácil recuperar todo esto, pues el juego pone el foco en otras cuestiones ya comentadas.
Estas últimas habilidades básicas se consiguen a través de un proceso original y significativo. Requieren la obtención de una determinada cantidad de nutrientes, los cuales se consiguen comiendo partes de los cuerpos de los enemigos derrotados, así como frutas proporcionadas por las plantaciones. Este detalle no es arbitrario, pues refuerza la dignidad que Ultros concede a la flora y a la fauna del Sarcófago en un intento de transmitir que todo ser vivo de este mundo alienígena merece ser valorado y respetado, independientemente de que algunos puedan caer derrotados por la espada de la protagonista.
Se pretende que incluso la violencia que se pueda ejercer contra estas criaturas no sea banal, pues hasta se valora la utilización de ataques variados y la huida del mero aporreo de botones, así que si combates de la primera forma, las extremidades comestibles serán más nutritivas. Frente a la presencia de la violencia gratuita en una gran cantidad de obras, el título de Hadoque destaca por una convicción ética sólida y sofisticada, consolidada por el hecho de que el juego concede un protagonismo creciente a la jardinería y al cuidado del entorno en detrimento de la utilización de la fuerza bruta. La filosofía anteriormente expuesta resta importancia al hecho de que el combate sea algo tosco y limitado.
Una obra valiosa
Ultros es un soplo de aire fresco. Su exigencia se ve compensada por sus estimulantes aportaciones al mundo metroidvania. Se trata de un título inteligente y sensible con un apartado visual que deslumbra, una banda sonora que atrapa y unas mecánicas arriesgadas que restan foco a su combate tosco. Muy recomendable.
Puntos positivos:
- Apartado visual arrebatador.
- Innovaciones estimulantes en el mundo metroidvania.
- Filosofía de juego inteligente, sofisticada y valiente.
Puntos negativos:
- Combate tosco y simple.
- Posibilidad de ser frustrante para muchos jugadores.
- Posibilidad de ser confuso por su carácter críptico.
Ultros se encuentra disponible en PS4, PS5, Steam y Epic Games.
