ANÁLISIS VALKYRIE ELYSIUM – PLAYSTATION
Más de una década hemos tenido que esperar para que Square-Enix vuelva a arriesgarse con una nueva entrega de la saga Valkyrie Profile, siendo esta vez el turno de Elysium, que llega en exclusiva para consolas PlayStation y PC.
Y es que todo este tiempo ha servido para que la saga de un giro de 360º grados abandonado por completo su jugabilidad de rol por turnos, para volverse un juego de acción con más toques de hack-and-slash que de JRPG –a costa de perder la esencia del original-.
De todo esto y mucho más hablaremos en nuestro análisis donde aseguramos que estos años han podido sentarle bien a la saga, aunque ya avisamos que peca de imprudente en algunos aspectos.
De vuelta al Ragnarök
Una vez más, Odín, Padre de Todos, ha anunciado la llegada del Ragnarök, la destrucción de todos los reinos y con ello toda vida que solo puede evitar concentrando su poder en la creación de una valquiria la cual deberá guiar las almas de los seres humanos a su posible salvación.
El problema llega cuando nuestra adorada protagonista comienza a tener crisis existenciales debidos a la presencia de Hilde, una igual que se pone por completo a los planes de su creador, y que hará que nos planteemos el verdadero sentido de las cosas.
Valkyrie Elysium no nos ha parecido ni de lejos la entrega más profunda de la saga, pero si una igual de oscura y con tintes trágicos, que llegan a recordarnos en gran medida a las entregas antecesoras.
El problema en la trama, es que su ritmo es demasiado lento, y aunque conocer la historia de nuestros compañeros de batalla es enternecedor, no arranca del todo hasta los últimos capítulos del juego, lo cual hace que sea demasiado tarde dada su escasa duración.
Y es que si vamos de lleno a por la historia sin pararnos en las misiones secundarias, con entre 12 y 15 horas deberíamos tener suficiente para completarlo, lo cual no da para que la trama se abra tanto como en otras entregas.
Aun así estamos satisfechos con lo narrado, los personajes son muy carismáticos y a nuestra protagonista principal le hemos cogido cariño y mimo desde el principio, por lo que podríamos decir que estamos satisfechos con su paso por Midgard.
Un sistema de combate ágil y cargado de matices
Cuando el título fue anunciado en anteriores State of Play de Sony, muchos no pudimos evitar echarnos las manos a la cabeza al comprobar que la saga abandonaba sus combates en 2D de rol, por una jugabilidad mucho más frenética.
Y es que pese a su profundo cambio de sentido, la compañía ha conseguido conservar varias mecánicas jugables de los antecesores, como la posibilidad de invocar aliados -cada uno afín a un elemento- con tan solo pulsar un botón.
Invocar personajes también cambiará el elemento de nuestros ataques, por lo que tendremos que tener muy presente a que aliado invocar si queremos aprovechar las debilidades del enemigo, algo que es vital para salir bien parado, ya que los combates son muy abundantes y en algunos jefes, desafiantes.
Eso sí, tenemos que ser muy claros con un hecho indiscutible, y es que el juego no ha sido desarrollado por Tri-Ace, maestros de los JRPG, sino más bien por Soleil, quienes están más especializados en juegos de acción.
Aún así y gracias a la posibilidad de mejorar nuestro equipo o a nuestra protagonista, afirmamos que el juego siendo una mezcla de acción y rol, pero más semejante a Drakengard 3 que a lo que antaño fue la saga.
Los combates son muy rápidos y frenéticos, y además de aprovechar la debilidad de los rivales, debemos esquivarlos o bloquearlos, lo que requerirá que estemos completamente concentrados, pues en un mismo combate tendremos que cambiar de elemento o estrategia en cuestión de milésimas.
En sí, nos ha parecido muy entretenido y divertido, una buena mezcla de mecánicas únicas que no dan la sensación de que sea un machacabotones genérico, y se agradece. El problema está con la cámara del juego, algo tosca e incontrolable -incluso al fijar enemigos- lo cual nos jugará malas pasadas y descontrolará la situación en ocasiones.
Escenarios semiabiertos pero monótonos
Al comienzo del juego, este nos hace pensar que estamos ante una aventura donde los saltos y desafíos terrestres tienen casi tanta importancia como los combates, y es que nada más lejos de la realidad, a medida que avanzamos en los primeros compases, estos van perdiendo interés y acaban siendo innecesarios.
Una lástima porque en los primeros capítulos si están bien aprovechados, lo cual nos hacía disfrutar más de cada escenario, los cuales por cierto son muy variados.
De hecho, ha sido todo un acierto ver como en una misma fase se combinan secciones lineales de un único rumbo con ciudades y bifurcaciones donde podemos explorar y encontrar objetos, coleccionables y secretos.
En definitiva, el acabo de los escenarios nos ha parecido un ejemplo de como deben ser esta clase de juegos, donde el cambio de sentido hacen que no nos aburramos, aunque hubiera estado mejor que aprovechara más la rama plataformera o que incluyera algún rompecabezas para avanzar.
Técnicamente desprende personalidad, pero no apura
Una de las cosas que más llama la atención de esta obra, es su apartado técnico, que pese a no contar con un nivel de detalle alto para los tiempos que corren, aciertan con el tono de colores y la decisión de usar trazos en los diseños de los personajes.
El resultado es original y atractivo, y la dirección de arte además es bastante correcta en los escenarios -sobre todo poblados y ciudades- donde aunque se repiten modelados, quedan preciosos.
Todo esto acompaños de una de una banda sonora de infarto creada por el mismo Motoi Sakuraba -quien ya trabajó en el original u otros juegos de la compañía como Star Ocean-, hacen de este elemento uno de los mejores tributos a la saga.
Pero nuevamente comete errores, y es que aunque el doblaje nos ha parecido bastante correcto, las líneas de diálogo de los personajes en combate son muy repetitivas y escasas, e imaginaros que pasa cuando en un juego cargado de luchas, escuchamos una y otra vez las mismas secuencias.
Conclusiones
Valkyrie Elysium nos ha gustado como propuesta y dentro de su género y divertido y disfrutable, el problema es cuando en todos sus apartados comete uno o varios errores que podemos considerar como graves.
Por tanto es un juego que los amantes del género o de la mitología nórdica pueden disfrutar y que cuenta con grandes momentos, pero hay que saber desde un principio que hay fallos que se habrían pulido mejor con más tiempo o presupuesto.
No obstante, nos ha gustado lo original que es en los combates, la historia que propone y algunos tintes del apartado gráfico y sonoro, por lo que recomendemos que lo juguéis en algún momento.
