Análisis WWE 2K25 PS5 – Devoción por las tortas
La narrativa que rodea el mundo de la WWE es fascinante. Se trata de una auténtica mitología creada a lo largo de décadas y a la que no le falta de nada: traiciones, enfrentamientos fraticidas, venganzas, etc. Es un ejemplo de espectáculo típicamente estadounidense en estado puro.
Un año más, Visual Concepts y 2K Games tienen la intención de captar este espíritu en ‘WWE 2K25‘, la última entrega anual de la longeva franquicia, que pretende introducir un modo de juego revolucionario con La Isla. Por desgracia, esta novedad, pese a su potencial, no cumple con las expectativas. Ahora bien, este traspiés no impide que este sea un juego divertidísimo, muy completo y repleto de amor por el mundo que lo inspira.
Perdidos en La Isla
El citado modo La Isla se presenta como el principal reclamo del título. Es una especie de parque de atracciones con diferentes zonas dedicadas a algunas de las principales figuras de la historia de este fenómeno. El jugador comienza allí su aventura con un personaje creado para la ocasión gracias a un potente sistema de edición con el que es posible pasar una cantidad considerable de tiempo de cara a conseguir el luchador deseado.
Este modo cuenta con una historia para un jugador cuyo objetivo es conseguir un contrato en la WWE al seguir los pasos de Roman Reigns, una de las caras más conocidas de este mundillo y gran protagonista de la edición de este año. La trama no tiene ni pies ni cabeza, pero es lo suficientemente divertida como para seguir hasta el final. Asimismo, es posible interactuar con otros jugadores y luchar contra ellos.
Los dos principales problemas de La Isla son la relativa escasez de contenidos (aunque los desarrolladores han prometido futuros contenidos temáticos) y la necesidad de realizar microtransacciones para comprar moneda del juego si quieres hacerte con los cosméticos ofertados (de marcas como Nike) o mejorar las estadísticas de tu personaje.
Esta situación se da porque los precios son elevados y no es posible ganar demasiadas monedas simplemente jugando. La cuestión es especialmente delicada en lo relativo a las estadísticas del luchador, pues facilita una dinámica de pay to win que otorga más posibilidades de victoria a quien más se rasque el bolsillo, debilitando el valor otorgado a los méritos competitivos.
Las raíces de The Bloodline
Showcase suele ser uno de los modos más estimulantes de la franquicia y la cosa no ha sido distinta este año. El foco se pone esta vez en la dinastía The Bloodline, de la que forman o han formado parte nombres ilustres como Yokozuna, The Rock o el citado Roman Reigns.
La idea es revivir algunos de los combates más icónicos protagonizados por esta saga de luchadores. En ocasiones, el objetivo es alcanzar el mismo resultado que en la vida real, mientras que otras veces se busca alterar aquello que sucedió en el ring. Incluso se representan enfrentamientos muy estimulantes entre estrellas que nunca se vieron las caras.
Antes de los combates, se introduce un vídeo con imágenes reales del pasado, entrevistas a figuras como Roman Reigns y la presentación del inimitable Paul Heyman, un estupendo maestro de ceremonias que se empeña constantemente en no bajar el nivel de intensidad. Se aprecia un cariño genuino por la WWE y un interés en dar a conocer una parte relevante de su historia.
Este espacio de ‘WWE 2K25’ es verdaderamente divertido. Además, cada enfrentamiento incluye varios desafíos secundarios (a veces, con límite de tiempo) que añaden una capa extra de interés, pues se ofrecen contenidos adicionales para el juego al superarlos, lo que incita al jugador a seguir superándose de manera sana, en contraposición a los micropagos de La Isla comentados anteriormente.
La venganza de NXT
Mi leyenda es otro modo destacado. Se trata de una historia en la que creas un luchador o una luchadora que intenta labrarse un nombre en un contexto complicado por los intentos golpistas de la división NXT, que está cansada de ser menospreciada y pretende tomar el poder por la fuerza.
Obviamente, el guion no es una obra maestra, pero sus giros descabellados y la chaladura general que impregna todo el relato son suficientes para querer seguir avanzando. Por su parte, la posibilidad de tomar decisiones que modifican el curso de la historia y la inclusión de combates mixtos o intergénero (presentes en el resto de secciones del juego) aumentan la riqueza y la rejugabilidad de este modo.
Un combate estupendo
Una propuesta como ‘WWE 2K25’ fracasaría si sus combates no funcionaran. Por suerte, cumplen holgadamente. Su ritmo no es trepidante, aunque está equilibrado para favorecer la espectacularidad sin resultar excesivamente superficial. Asimismo, la complejidad mecánica está bien medida, de manera que se requiere algo más que machacar botones, pero el dominio de los controles se ve facilitado por un diseño inteligente e intuitivo.
A nivel gráfico, los luchadores, los movimientos y los escenarios están recreados con un gran nivel de fidelidad; más aún, teniendo en cuenta que la obra ha sido lanzada también en la anterior generación de consolas y eso suele conllevar notables limitaciones técnicas en la generación actual.
A su vez, resultan destacables ciertos añadidos como el regreso de la lucha en cadena (un divertido minijuego de forcejeo entre los combatientes) y la inclusión de un tipo de cámara en tercera persona colocada detrás del hombro del luchador. Sorprende cómo este cambio de perspectiva transforma la manera de jugar, más allá de cierta adaptación en los controles. Constituye una excusa perfecta para seguir exprimiendo la jugabilidad de una forma inexplorada hasta entonces.
Conclusión
Los modos Universo (sandbox), Mi Facción (juego de cartas coleccionables) y Mi GM (gestión de empresa de lucha con un nuevo multijugador para hasta 4 jugadores) redondean un título muy completo que esconde sus cotas más altas en Showcase, Mi leyenda y, por encima de todo, en un combate sin apenas fisuras y al que siempre es un placer acudir.
La mayor decepción se encuentra en La isla por sus contenidos limitados y su propensión a los micropagos. Ojalá el equipo de Visual Concepts mejore, al menos, el primero de estos errores con actualizaciones periódicas (resulta difícil pensar en una reversión de los micropagos). Eso sí, este punto negativo no es suficiente para tirar por tierra el gran resultado obtenido por ‘WWE 2K25‘ en la mayoría de sus apartados.
Puntos positivos:
- Showcase y su oda a la mitología de la WWE.
- La diversión y rejugabilidad de Mi leyenda.
- Un combate profundo e intuitivo.
Puntos negativos:
- Los contenidos limitados y los micropagos de La Isla.
- Las limitaciones técnicas por el desarrollo intergeneracional.