Ken Levine y su nuevo estudio de Ghost Story Games tenían parte de la atención de la comunidad y más cuando estamos hablando del creador de la mítica franquicia de Bioshock. Sin embargo tras la fundación del estudio en 2017 y años sin tener noticias del nuevo videojuego las dudas empezaban a ser serias sobre el desarrollo del mismo.
Tanto es así que las sospechas se han acabando confirmando en el día de hoy cuando el medio Bloomberg ha reportado que el título actualmente se encuentra detenido en todos los aspectos de su producción debido a las malas prácticas de su director, Ken Levine, algo que ya lleva arrastrando desde el primer Bioshock. Varios ex-trabajadores de la compañía afirman que realmente es un genio y que en ocasiones es alguien carismático y acogedor pero que también posee una cara amarga que hace que sea imposible transmitir su visión al resto de trabajadores.
Ejemplos numerosos los que tenemos pero no del típico crunch ni nada por el estilo sino por ejemplo de por un arrebato del director, tener que tirar meses de trabajo a la basura de una sentada, algo que no suele sentar muy bien al equipo. Sin embargo pese a esta situación un tanto difícil, las declaraciones recogidas en el reportaje afirman que el nuevo título de Levine estará disponible en el mercado de aquí a dos años.