Obsidian habla sobre cómo trabajan en los ‘bugs’

Los bugs en los videojuegos pueden resultar graciosos y divertidos a veces, pero por lo general solo causan múltiples quebraderos de cabeza entre los jugadores. El trabajo de los desarrolladores no solo consiste en crear una obra maestra videojugabilística, sino también en corregir todos los errores que puedan sacudir la experiencia de cada usuario. En Obsidian han profundizado sobre el tema ya que un alto cargo de la compañía, Roby Atadero, ha hablado sobre cómo se toman los bugs.
«Los bugs son normalmente clasificados de la siguiente forma. De tipo A, que son los que ‘No, no no; no deberíamos publicar esto’. Esos son malos. O un juego que se bloquea, o la pérdida de todos los objetos del inventario. De tipo B, que no rompen el juego. Luego tenemos los bugs de tipo C, que son principalmente cosméticos o cosas como ‘Ey, entré al inventario y no vi la espada durante medio segundo’. Aunque ese no fuera el caso, nadie va a llorar por ellos. ¿A qué se debe esta clasificación? Lógicamente, a priorizar el trabajo» dice el diseñador.
«El objetivo es corregir todos los errores de tipo A y cuantos más puedes del tipo B. Generalmente vas a llegar a las tiendas con muchos bugs. No todos son perjudiciales, por ejemplo puedes tener un montón de errores de tipo C (pulsas la tecla Alt y abres otro programa, y eso provoca que la música se detenga en el juego). No tenemos tiempo para arreglar eso así que renunciamos a hacerlo».
Para terminar, aclara que en la gran mayoría de juegos (y en todos en los que él ha trabajado) hay «cientos de bugs», al menos de lanzamiento, incluido el pasado Fallout New Vegas.