PlayStation publicó su habitual catálogo de juegos gratuitos para descargar para el mes de octubre. Solo los usuarios que estén suscritos al servicio PlayStation Plus pueden conseguirlos sin ningún coste adicional, y como siempre, solo estarán disponibles hasta que aparezcan los juegos del siguiente mes que todavía no se han anunciado. Entre el terceto de títulos hay variedad, como es habitual, y tenemos Massira, Vampyr, y destaca Need for Speed: Payback. Este último fue un videojuego de la saga que ha dado bastante que hablar y que ahora millones de jugadores podrán analizar por sus propios medios y sin pagar nada.
Dio que hablar porque fue el penúltimo juego, ya que el más reciente fue Need for Speed: Heat, que la franquicia dejó en manos del desarrollador Ghost Games. Criterion Games se ha convertido en el nuevo socio de Electronic Arts, después de recibir algunas críticas y disparidad de opiniones. Un videojuego centrado en el enfrentamiento de los personajes principales contra The House, una peligrosa organización que controla a la policía y los casinos de la ciudad. El juego tenía mucha presencia en él con posibilidad de apostar en tus propias carreras y misiones a completar dentro de los lugares de juego. Otro de esos videojuegos con una especial conexión con este sector.
Aunque la saga siempre ha hecho un claro guiño a este tipo de entretenimiento, en este juego destacaba especialmente. La proliferación de casinos y apuestas en los últimos años en todo el mundo venía acorde con la temática del videojuego y contagió también a otros títulos, la mayoría del sector deportivo. Ante su éxito y popularidad también los casinos decidieron crear sus propios juegos centrados en coches y velocidad. Street Racer seguramente sea un buen ejemplo de esa inclusión de un sector en el otro. Y como este hay muchos más.
Bajo ese contexto se gestó la creación de Need for Speed: Payback, en plena cooperación entre estos dos mercados. Ahora que lo vemos con perspectiva unos años más tarde podemos analizar más detenidamente su valor para Play Station 4, Xbox One y PC. Un reto para Fortune Valley, la ciudad ficticia en la que se desarrolla toda la acción. La puntuación que recibió en webs dedicadas a la valoración de videojuegos fue de 6 sobre 10 en líneas generales, pero para muchos usuarios fue una decepción en cuanto a la personalización de vehículos y otros aspectos como los micropagos. Entendamos por qué.
Un juego para romper esquemas
En sus inicios, en 2017, Need for Speed: Payback despertó una gran expectación. Cuatro meses después de su estreno, seguía siendo de los juegos más vendidos, por encima incluso de títulos como FIFA 18, GTA V o Assassin’s Creed: Origins. Después de que su antecesor dejara bastante dudas en 2015, este juego parecía ser una revolución en lo que a gráficos se refería, mucho más basados en la conducción de tu vehículo y con posibilidades de progresar más adelante. Sin embargo, no convenció demasiado. Entre otras cosas porque la personalización prometida resultó ser algo decepcionante.
Este videojuego recuperaba elementos de otros Need for Speed anteriores en los que se podían disputar carreras de drag, reparar un coche destruido y darle retoques para que fuera nuestro, y sobre todo las carreras a campo abierto. La idea era que el jugador utilizara el coche para lo que deseara, ya fuera a completar misiones y disfrutar de la conducción, o a disputar carreras no permitidas por las autoridades de Fortune Valley. Incluso podías realizar apuestas en monedas del juego en este tipo de competiciones y obtener beneficios.
Pero los usuarios se encontraron con problemas como que la personalización del vehículo no podía traspasarse de uno a otro una vez que se obtuviera uno nuevo. Eso quiere decir que había que empezar de cero con cada automóvil. Además, el sistema de recompensas se quedaba bastante corto, por lo que había que emplear bastante tiempo en obtener tickets con los que ir mejorando tu bólido. La otra opción era obtener Speed Points a través de la Play Station Store realizando microtransacciones de dinero real. Intención clara de los desarrolladores de apostar por esta línea.
No obstante, la conducción sí que mejoró sustancialmente, sintiendo la velocidad en los túneles fuera cual fuera tu personaje: Tyler, Mac o Jess. Ellos tres junto a su grupo debían tratar de eliminar a la ciudad del dominio de The House. Un reto casi imposible a priori según la historia que se desarrolla en este Need for Speed. Esta fue otra de las críticas, un argumento algo básico y que deja al jugador con la sensación de haberla vivido antes en otros videojuegos, perdiendo autenticidad.
El jugador va de un objetivo a otro, recopilando coches abandonados como ocurre en el Silver Lodge Casino. No todo es negativo, eso sí. Las carreras de resistencia tuvieron una gran acogida, junto a la opción de poder poner a tu gusto hasta los efectos de los neumáticos de tu coche. Interesante también la opción de jugar offline y poder pausar el juego, algo que en los últimos títulos de la saga hasta ese momento se había perdido.
Incluso los mapas en campo abierto resultaron divertidos, aunque algo faltos de elementos que pudieran darle emoción y dificultad al manejo del volante. Al menos en este juego reaparecen vehículos que resultaron ser de culto para generaciones pasadas. Un guiño a los más clásicos de videojuegos de motor.