ESTA SEMANA RECORDAMOS… MASS EFFECT 2
Nueva semana en la sección de homenajes aprovechando la llegada del N7, ¿Qué no sabéis de que se trata? Pues esperad un momento que voy a avisar a alguien que os va a iluminar un poco el asunto… Joder Joker mantén estable la Normandía que casi no puedo andar; tranquilos que ya estamos llegando al camarote del comandante Shepard, tenemos que avisarle de la aventura que le espera a él y todo la tripulación en el memorable Mass Effect 2.
(Este homenaje contendrá pequeños fragmentos del argumento de la obra que pueden ser considerados como spoiler, absteneros todos aquellos interesados en jugarlo por primera vez)
Mass Effect 2, el que seguramente muchos consideraréis el mejor juego de la magnífica trilogía de la antigua «Bioware», que llegó a nuestra PlayStation 3 allá por el 2011. Un título que venía a sentar las bases de lo expuesto en la primera entrega de la franquicia, pero sobre todo, la capacidad de «Bioware» de crear universos de una riqueza inmensa y tan distintos entre sí. Parece irreal pensar que una misma desarrolladora fue capaz de crear dos mundos tan únicos, especiales y diferentes entre sí como Mass Effect y Dragon Age, pero si, lo hicieron, y vaya que si el resultado fue bueno para una Bioware que parecía no tener techo a cada entrega que sacaba.
Mass Effect 2 empieza presentando sus credenciales desde el primer momento, siempre se recuerda mucho la escena inicial de Uncharted 2 con todo el tramo del tren, pero la destrucción de la Normandía original en la que el título te suelta nada más empezar, es sencillamente sobrecogedor, impotente ante que es lo que está sucediendo y como está muriendo toda nuestra tripulación y tenemos que salvarlos, pero sobre todo, a los 15 minutos de haber cogido el mando, nos encontramos con la muerte del Comandante Shepard, más emociones por segundo por favor, necesito más.
Tras esta escena aparecemos en una misteriosa instalación, Cerberus, planteando un giro que por lo menos servidor no se esperaba por ningún lado, donde yo pensaba que en esta entrega simplemente continuaríamos nuestra búsqueda de los recolectores, la mayor amenaza a la que se enfrenta la galaxia. Pero en vez de no arriesgar, el juego te propone otra vez una vuelta de tuerca, dándote poco a poco una explicación del nuevo paradigma que hay en la actualidad tras la resurrección de Shepard; pero lo más remarcable es dotarte otra vez de un conjunto de personajes y trama totalmente nuevos que te acompañaran a lo largo del título en vez de hacer uso de la tripulación de la primera entrega.
Unos personajes que aunque repiten el patrón de razas que nos acompaña en Mass Effect, para esta segunda entrega el plantel de personajes y la manera de reclutarlos es sencillamente espectacular. Sobre todo me fascinó como en esta entrega se olvida un poco de esa amenaza principal, que lógicamente tendrá sus misiones al principio de la trama para que podamos conocer sus intenciones; pero ante todo, el título busca el desarrollo de los diferentes personajes por encima de todo, del por qué de su situación, su historia, el desarrollo y las inquietudes de todos ellos y al mismo tiempo aprovechar para contarnos la situación de su raza, de una ciudad o del universo en general.
Este Mass Effect 2 establece una serie de misiones principales en la que cada uno de los miembros de la tripulación será el eje de la trama correspondiente. Estas misiones te invitan a explorar la zona en cuestión, a empatizar con la situación de cada personaje, a descubrir el pasado de cada uno de ellos. Puede parecer una tontería, no lo es tanto, y es que ¿cuántos juegos destinan misiones principales al desarrollo de los secundarios? Recuerdo la misión principal de Miranda o de Grunt, como le dedica varias horas a cada una de ellas y no las destina a simples misiones secundarias o a través de notas de diario. Varios giros de guion con la inclusión de mini antagonistas con mucha personalidad en cada uno de los casos, se crean pequeñas subtramas que es lo que hace de la trama global de Mass Effect 2 una de las mejores de la historia de los videojuegos.
Este título de «Bioware» no solamente busca hacer cosas distintas en cuanto al desarrollo de tramas o personajes, sino sobre todo en cuando al gunplay y el diseño de niveles y misiones secundarias, donde da un paso gigantesco en la buena dirección. Pero vayamos por partes, en cuanto al gunplay, se mantiene la principal rueda de selección de armas, pero cambia un punto simple pero que cambia por completo la jugabilidad, y es que en esta entrega si que contamos con munición y no como en la primera entrega en la que contábamos con un tiempo de refrigeración. Sino que en esta ocasión contaremos con distintos tipos de municiones a gastar en cada una de nuestras armas, lo que hace mucho más estratégico y premeditado el utilizar un tipo de armas u otras en función de la situación en el campo de batalla, algo que le sienta muy bien al título y a cualquier shooter en general.
En cuanto al diseño de niveles se mantiene una estructura similar a la planteada en la primera entrega, pero se busca algo más de dinamismo, y sobre todo de cambio, no se sigue el estilo de punto A a punto B, sino que se busca que a mitad de camino cambien las circunstancias y tengamos que hacer algo totalmente inesperado, o se nos añade alguna mecánica distinta o la aparición de un personaje distinto. Es decir, desde «Bioware» tiene el sano empeño de no dejar de sorprendernos a cada minuto, y eso es algo que es muy de agradecer, dado que esto también se refleja en el diseño de las secundarias. Ya no existen esas tediosas misiones de recolección con el Mako, ahora tenemos un minijuego sencillo en el que debemos lanzar una sonda sobre la superficie del planeta y recoger diferentes materiales, algo sencillo y simple, lo justo. En las secundarias que no guarden relación con el desarrollo de una principal, se sigue la misma estructura, sencillez, interesante, rápido, esas son las claves para el éxito de esta. Recuerdo una secundaria mientras se analizaba un planeta, en la que no teníamos que hacer uso de armas y debíamos entrar a investigar una nave que había quedado bajo el influjo de la IA al más puro estilo Odisea en el Espacio. En esta misión teníamos que desactivarla lógicamente, pero lo curioso es que se concibió el desarrollo de la misión como un nivel que podría estar en cualquier juego de terror espacial y se me ha quedado guardado en el recuerdo, porque esto es lo último que me hubiera esperado en Mass Effect 2, pero habla muy bien de lo que vengo comentando acerca de la constante iniciativa de hacer cosas distintas y sorprender al jugador.
Algo que también me dejo descolocado y para finalizar, es la banda sonora, la cual a pesar de no ser un Final Fantasy, tiene momento sobre todo en el tramos final de la aventura, donde en la parte final en la que vamos con toda nuestra tripulación al interior de la nave, empiezan a sonar diferentes melodías que te ponen los pelos de punta. Aunque no es la tónica general de la aventura el utilizar banda sonora, si que se hace con mucho acierto en los determinados puntos en los que deciden utilizarla.
Como conclusión en este tipo de homenajes, realizaremos una breve opinión personal tanto un servidor como el resto de redactores que hayan podido disfrutar de la obra protagonista de la semana:
ROXAS98: “Mass Effect 2 supuso la consagración de la franquicia y de Bioware en el mundo de los videojuegos como el juego por excelencia para los amantes del género, un título que buscaba sorprender al jugador en cada momento, con sus misiones, sus diferentes personajes secundarios y brindando una trama que no hace otra cosa sino encumbrar al comandante Shepard como uno de los protagonistas más importantes y destacados de la historia de los videojuegos”
