En este mes de febrero, se ha celebrado el tradicional evento de Japan Weekend en la ciudad de Madrid, congregando unas cifras de asistentes de auténtico vértigo que según cifras oficiales, superan los 150.000 participantes de la fiesta del manga y del anime.
Como suele ser habitual en estos últimos años, la presencia del evento se ha limitado a dos pabellones que viene siendo la tónica desde aquella turbulenta edición con los famosos accesos interiores dentro del recinto. Sin embargo si que nos ha preocupado que este año todavía se ha reducido más la presencia de otras opciones como son los tradicionales puestos de comida japonesa que tan largas colas formaban para los amantes de la cocina asiática. Desde la organización no se ha dado explicación alguna acerca de estas ausencias así como de los típicos stands de venta de videojuegos clásicos o de segunda mano.
Por lo que el protagonismo lo han vuelto a copar los stands de los artistas y los comerciales de las diferentes editoras y distribuidoras del panorama nacional. Polémicas de IA aparte, que tenemos que afirmar que los responsables del festival incluso resolvieron in situ con algunos de los implicados, podemos afirmar que hay una clara tendencia hacia ciertas sagas y conceptos que hacen que la atención recaiga en aquellos artistas que saben traer algo diferente y que llama la atención. No lo menciono como una crítica sino más bien como una recomendación dada las dificultades que ya presenta de por si el sector.
Otro de los puntos fuertes tradicionales del evento en las últimas ediciones, suele ser la participación de grandes artistas del panorama musical donde en esta ocasión Hiroshi Kitadani conocido entre muchos por su OP de One Piece, hicieron las delicias de los asistentes a la zona de conciertos.
Por último, destacar también la presencia de otras figuras reconocidas del mundo de los influencers como Mr Jagger, que estuvo pendiente de recibir a sus numerosos fans entregados, aunque si que hay que destacar los pequeños fallos de comunicación respecto a su ubicación y horarios por parte de la organización que causaron algo de desconcierto dentro de los pabellones.