¿Te imaginas mezclar una saga de rol de éxito con una de las franquicias más grandes de animación de todo el mundo? Parece una muy buena idea hoy, pero en su momento fue algo totalmente novedoso y que parecía difícil de llevar a la práctica. Hoy en día estamos acostumbrados a grandes compras y fusiones de compañías pero… ¿Cómo llegó una compañía como Square Enix a convencer a un gigante como Disney de participar juntos en un videojuego cuya mecánica principal era pelear?
Kingdom Hearts Disney: la historia de un amor que parecía imposible
Para una empresa como Disney, que se dedica principalmente (o se dedicaba, ahora con las compras de Marvel y Star Wars ha ampliado su público) a entretener a un público de una edad reducida, participar en un videojuego de rol de acción no fue una decisión fácil. ¿Cómo iba Mickey a charlar tranquilamente con un mercenario como Cloud? Juntar Final Fantasy y sus personajes con otras referencias infantiles como el pato Donald puede parecer una idea descabellada. Pero no lo fue para Tetsuya Nomura, que ya nos tiene acostumbrados a sus tramas imposibles y sus narrativas que se alejan de todo lo considerado habitual.
Tetsuya Nomura, cabeza pensante de la saga Kingdom Hearts, tuvo la desfachatez de entrar a un meeting con Disney y presentar a un personaje que tenía una espada llave en la mano. Pero en ese momento Disney necesitaba a una compañía que hiciese videojuegos rentables con sus personajes, ya que hasta el momento tenían un estudio interno que estaba consiguiendo beneficios incluso sacando al mercado propuestas de muy baja calidad. ¿Qué no podrían conseguir con la empresa responsable de una saga tan importante como Final Fantasy? En un primer acercamiento Disney puso sobre la mesa varias de sus ideas, pero Nomura tuvo claro desde el principio que quería crear una saga en la que su personaje viajase a través de diferentes mundos Disney.
Disney acabó cediendo a las peticiones de Nomura con una única condición: Mickey Mouse no podría tener un papel importante en la historia. En primera instancia cedieron únicamente a una sola aparición que no fuese en primer plano. Otros de los requisitos de Disney fue que la IP Kingdom Hearts no sería propiedad de Square Enix, sino de su propia compañía. A partir de ese momento se trabajó conjuntamente para darle forma a los diferentes mundos que estaban en la mente de Nomura. En la primera entrega se pusieron más límites que en sus posteriores entregas y se cedió a Square un número limitado de franquicias poco conocidas para el público (a excepción de Tarzán).
El éxito de la primera entrega lo cambió todo
La primera entrega de la saga fue un éxito en ventas y a partir de ese momento se disipó el escepticismo de Disney y se fueron reduciendo las limitaciones alrededor de sus personajes. Sin el éxito de la primera entrega no habríamos tenido una mayor presencia de Disney en su continuación. Y sucedió algo muy importante. Disney permitió que su mascota, Mickey Mouse, fuese uno de los personajes principales. Incumpliendo de esta forma ellos mismos una de sus exigencias iniciales para dar luz verde al proyecto. Square Enix y Nomura lograron crear un videojuego que enamoró a jugadores de todo el mundo e incluso llegó a enamorar a Disney.
Nomura quiso aprovechar el buen rumbo de la saga para incluir todos sus sueños en esta entrega. Incluso llegó a redactar un listado de licencias de Disney que quería trasladar a su próximo videojuego. Sin embargo Disney no cedió a todos sus peticiones pero permitió que se creasen mundos tan atractivos para los fans como el de Piratas del Caribe.
Pixar y Disney: la entrega más ambiciosa
Disney y Pixar no tuvieron una buena relación en sus inicios y mantuvieron ciertas diferencias durante sus colaboraciones en películas como la primera entrega de Toy Story. Actualmente ambas compañías son una sola tras la compra de Pixar por parte de Disney. Para Nomura esta adquisición fue vital para darle un giro a la saga y poder cumplir al fin todas sus fantasías. El creativo buscaba hacer una tercera entrega todavía más ambiciosa que las dos anteriores y esta compra supuso un incentivo para poner a trabajar su mente.
En esta tercera entrega Square Enix contó con todas las facilidades posibles, recibiendo incluso acceso a materiales exclusivos en 3D de personajes licenciados, algo que había sido imposible en las dos primeras entregas de Kingdom Hearts. Contaron con la ayuda de un empleado de Pixar: Tasha Sounart, quien trabajó conjuntamente con la compañía para trasladar de la forma más fiel posible a cada uno de los personajes Disney que aparecería en Kingdom Hearts 3. También contaron con la colaboración de Roy Conli, creador de Big Hero 6 y Enredados, quien ayudó a construir los acontecimientos que sucederían en el tercer título de la saga y que se situarían temporalmente en un escenario posterior al final de la película de animación.
La tercera entrega es el título de la serie principal que más productos licenciados de Disney incluye y de mayor actualidad. Franquicias como Frozen, Big Hero 6, Toy Story, Enredados, Monstruos S.A. Piratas del Caribe y Winnie the Pooh fueron trasladadas a los mundos de Kingdom Hearts 3. Nomura pudo ver un avance de Frozen antes de su estreno en los cines para poder idear cómo sería su mundo en el videojuego. Disney estaba cada vez más implicada y la motivación por participar en la saga y crear algo grande estaba más presente que nunca.
¿Y ahora qué?
¿Tetsuya Nomura y Disney volverán a imaginar nuevos mundos en otro videojuego? Esperamos que al menos sea después de finalizar el arco de Final Fantasy Remake. Sólo el tiempo dirá si Kingdom Hearts 4 es una posibilidad o está sólo en la cabeza de los fans y de Nomura.
