He tenido la sensación sobre que parte del cierre de Tango Gameworks, Arkane Austin y los dos estudios que han sido absorbidos por Zenimax Online -Alpha Dog Games y Roundhouse Studios- ha sido por nuestra culpa; por culpa de personas como yo que nos hemos creído los mensajes populistas de una compañía que, en realidad, es una de las corporaciones más cuestionadas de la industria.
Microsoft, a lo largo de sus años, ha sido objeto de muchas polémicas y daría para escribir un libro o el guión de varias películas para hablar de ello, pero hoy quiero hablaros de algo que ha sucedido en apenas meses. Microsoft ha destruido los pilares de Xbox y ahora ya no existe Xbox: Sean bienvenidos a la era de Microsoft Gaming.
Cuando todo parecía ir bien
A finales de 2016, Xbox estaba atravesando una mitad de generación polémica; desde el desastre de lanzamiento que fue Xbox One o incluso la confirmación de que sus videojuegos irían saliendo en PC, naciendo así el conocido ecosistema de Xbox. La cosa no pintaba bien y como si fuera la llegada de Gandalf en el final de Las Dos Torres -por dios, habéis tenido veinte años para verla- ahí estaba Phil Spencer.
No es un secreto de que Phil fue el salvador de la marca, no por nada está todo documentado incluso y conforme iban sucediendo diferentes E3 y entrevistas, el que fuera la cabeza visible de Xbox siempre dejaba titulares positivos. Suyo es el mérito de la retrocompatibilidad parcial en la consola; el nacimiento de Xbox Game Pass y mucho más. Promesas vacías de videojuegos que estaban por llegar y esos «el mejor año de Xbox»que siempre tenía en la recámara, Phil se ganó la simpatía del público e incluso tenía la fama de ser muy campechano.
La cosa pintaba bien, los juegos iban llegando; más compañías volvían a publicar videojuegos en Xbox e incluso la industria japonesa tuvo una fijación inicial con Game Pass ya que significa visibilidad del producto al usuario que no podía permitir un desembolso diario. El final de generación de Xbox One fue la chispa final que necesitábamos los usuarios y el anuncio de Xbox Series X en los Game Awards de 2019 junto a Senua’s Saga: Hellblade 2 fue un momento único y espectacular para todo el mundo.
El año de Forza Horizon 5, Psychonauts 2 y Halo Infinite; la compra de Activision Blizzard y la actualidad
2021 fue el año de las sorpresas. Zenimax Media había sido comprada por Microsoft y junto a ella estaba detrás Bethesda, Arkane Lyon y Austin, Machine Games, Id Software, Tango Gameworks y Zenimax Online. Todo eso junto a un año tan especial por el lanzamiento de Psychonauts 2; el éxito de Forza Horizon 5 o la salida de Halo Infinite; pese a que más adelante el contenido de la nueva entrega del jefe maestro dejaría que desear.
Todo parecía ir sobre ruedas y apuntaba a que 2022 iba a ser incluso mejor… pero entonces llegamos a Enero y salta la sorpresa: Microsoft había comprado Activision Blizzard; la mayor Third Party de la industria del videojuego. Un movimiento celebrado por muchos motivos y que sin duda fue histórico para todo el mundo. Lo que muchos pensamos fue que iban a limpiar la empresa; a arreglar los problemas a la vista que tenía la gallina de los huevos de oro como Call of Duty.
Tuvimos que esperar hasta 2023 hasta que se finalizara la compra, algo que desesperó a la directiva que intentaba avanzar con Game Pass y los juegos First Party… y más o menos funcionó, según los propios directivos que dieron la cara una y otra vez a la prensa. Pero hubo un momento clave en 2023; uno de esos en los que el tiempo se detuvo y no creíamos lo que veíamos. Os hablo del primer Xbox Delevoper Direct y la sorpresa de anuncio y lanzamiento de Hi-Fi Rush justo tras terminar la gala.
¿Por qué Hi-Fi Rush ha sido tan importante?
Varios premios, objeto de debate sobre los mejores juegos del año e incluso ejemplo de demostración que no todo era el Survival Horror en Tango Gameworks; Hi-Fi Rush apareció de la nada como si de un milagro se tratase. Se ha reivindicado la figura de John Johanas y su equipo tanto porque este videojuego era exactamente la imagen pura del videojuego.
Desglosando todo: se divide en niveles; con zonas para explorar y algo de plataformeo; un combate de acción por oleadas… vaya, un jodido videojuego de toda la vida ¿Qué es lo que hace tan diferente Hi-Fi Rush de otros títulos del mismo género? La respuesta es bastante sencilla y para muestra un ejemplo, pero necesito que veáis un pequeño fragmentito de la jugabilidad de Final Fantasy VIII, por ejemplo.
Bien. Final Fantasy VIII, junto a la entrega precursora y posterior, eran videojuegos que tenían en mente todo en la pantalla. Los personajes que salían a escena; los diálogos y la música. Sin lo último, estaríamos frente a una especie de novela visual y probablemente perdería mucho fuelle. Pese a todo, el combate por turnos tenía su juego y funciona paralelamente.
Hi-Fi Rush era el punto de nexo de todo lo que vemos en un videojuego. Tenemos un sistema de combate de acción pura; basada en ritmos y en la música, por lo que para avanzar hay que ir en sintonía con dicho ritmo. No solamente manejando a Chai era lo único; hasta el diseño del escenario iba al ritmo de la música, las escenas, los diálogos… todo era ritmo, todo era constante y todo funcionaba.
Pese a que Hi-Fi Rush no era para todo el público, ni mucho menos, era un soplo de aire fresco; de la industria y de una Xbox que no había tenido tanta repercusión desde la era de Xbox 360. Aaron Grenberg, Phil Spencer, Sarah Bond y Matt Booty no paraban de elogiar a dicho título en cada entrevista que ofrecía a los medios especializados e incluso a la televisión.
Todos los nombrados son cómplices ante la barbarie que supone cerrar un estudio con tanta solera y con tanto talento como era Tango Gameworks o Arkane Austin; que recordemos, eran los padres de lo que conocemos como simulador de inmersión. Puede que no les nombre tanto en esta entrada pero hay que reconocer que pocos videojuegos han igualado la proeza conseguida en la última entrega de Prey o de Dishonored. Por mucho que Redfall fuera un fracaso, fue Microsoft la que no quiso reiniciar el proyecto o cancelarlo.
¿Por qué seguir confiando en Xbox?
De nada sirve hacer videojuegos creativos. De nada sirve tener detrás la seguridad de una empresa tan titánica como Microsoft. Hay varios artículos que se han publicado en los últimos días sobre futuros cierres; despidos inminentes en otros estudios principales de Xbox y lo peor ha sido ver a muchos desarrolladores de otros estudios plantearse su trabajo. Cuando pierdes la confianza de tus trabajadores es cuando has fracasado absolutamente.
Está claro el por qué de estos movimientos; de hecho en el primer párrafo está mi pensamiento principal: Xbox ya no existe, no va a volver y jamás va a recuperarse de ésta. Obviamente no hablo de lo monetario; dudo mucho que le vaya mal con Call of Duty y compañía; siguiendo el ejemplo de su rival donde también han tirado la toalla tras acabar con Japan Studio y con haber arruinado la vida a muchos ex-desarrolladores de Naughty Dog, Santa Monica, Insomniac Games y demás. La industria sigue una deriva en la que, poco a poco, será mucho más divisiva de lo que era hace 5 años.
Por muy bien que Senua’s Saga: Hellblade 2, Fable o Avowed funcionen en crítica, de nada va a servir si no rinde el dinero necesario. No es algo que solamente preocupe a una o dos personas, es que los mismos estudios saben que se acabó la era de la creatividad y van a tener que rendir cuentas: o generas un dinero, o te vas.
Diría que ojalá todo se arreglase, que fuera una pesadilla y que mañana mismo pudiéramos disfrutar de todo lo que va a llegar a Xbox. La realidad es que ahora mismo no puedo ir con ganas para ver el próximo Xbox Games Showcase. En Xbox no hay cabida para ver una industria mejor y cerrar Tango Gameworks y Arkane Austin ha sido el detonante.
Larga vida todos aquellos desarrolladores que quieren hacer videojuegos y contar su historia. Larga vida a personajes como Chai, Sebastian Castellanos, Corvo y todos los que dejaron paso. Phil Spencer y Matt Booty se habrá olvidado de esos nombres, yo no lo haré.