Análisis de Gone Rogue
Gone Rogue es un juego que me ha sorprendido en varios aspectos. Estamos hablando de que bebe directamente del estilo de los clásicos «Commandos» de Pyro Studios pero llevado a un ambiente más opresivo y sin ningún tipo de acción. Es como si Thief fuera isométrico y menos duro en cuanto a mecánicas. Su inicio me ha gustado tantísimo que creo que empezar diciendo que las sensaciones positivas iniciales son perfectas… hasta que notas la repetición.
Para empezar, nuestro cometido estará enfocado en gran parte de los niveles en robar una cantidad de objetos equivalente a un dinero y huir de esa zona. Ya sea en algunas tiendas partidarias del régimen; casas simpatizantes y demás, los niveles son muy variados entre sí y nos recordará, como ya dijimos, a Commandos o Shadow Tactics tanto en la vista isométrico, jugabilidad, la sensación de juego.. claramente Gone Rogue busca al fan de las aventuras tácticas y los juegos de rol.
No todo va a ser luz -menos mal, la oscuridad nos ayudará; creedme- pues el apartado sonoro palidece. Ha habido errores con la música; desapareciendo esos temas ambientales sin ningún significado. La traducción es más o menos competente aunque es cierto que al ser un español más neutral nos perderemos alguna jerga y nos costará a los fans del castellano entender algunos conceptos.
Cerrando el análisis de Gone Rogue creo que la sensación inicial no es tan elevada tras ir terminando el título. Jack; nuestro protagonista, es un personaje anticarismático y no acompaña mucho a la historia que quiere contar el título. Sus mecánicas se repiten tras unas horas de juego y el árbol de habilidades tarda mucho en dar frutos para divertirnos.
A pesar de todo eso y de la poca variedad de enemigos, creo que Gone Rogue es una alternativa perfecta si queréis jugar a algo parecido a Shadow Tactics, Commandos o juegos similares. Un título que florece al inicio y casi al final; dejándonos un relleno en la mitad de la aventura. Si sois fans de los títulos mencionado es un juego que recomiendo bastante; pues robar a un rico está muy bien. Bastante bien.