Análisis de Lifeslide
Conocemos muchos tipos de videojuegos que suman una ecuación difícil: Buena historia con mala jugabilidad. El problema es que muchas veces incluso una gran historia no solventa los problemas de un apartado casi tan importante como el significado del videojuego; el jugar o la manera de jugarlo.
Lifeslide es, básicamente, otro de esos tantos que no funciona, hasta la historia que intenta ser onírica se cae a pedazos a la media hora de comenzarlo. Como he dicho, el título parece tener cierta fama en su paso por Apple Arcade y todos hablan bondades de su historia… algo en la que no estoy tan de acuerdo. Ni su ritmo ni su mensaje me convence y encima hay que pasar por la penitencia de una jugabilidad que es lamentable.
Su diseño y su atmosfera está bien. En serio, habría que estar ciego para no alabar todo lo que visualmente es Lifeslide y los biomas son muy diferentes. Una pena que su rendimiento no sea del todo acertado pero realmente tanto el color como su diseño es de lo más impecable y bueno del título.
La propuesta es muy original y visualmente es bastante bueno, pero Lifeslide es un fiasco jugablemente y su corta duración creo que ayuda para no sentir tal cantidad de agobio ante su excesa dificultad. No todo el mundo sabe contar obras como Journey o The Last Guardian y aunque aquí se ven las intenciones todos sabemos cual es el final que tiene esta historia; en papel mojado.