Análisis de PO’ed: Definitive edition
¿Qué pensáis de la preservación del videojuego? Supongo que si sois personas sensatas, puras y no estáis en contra de la democracia; lo normal es pensar que es necesaria. Muchas son las compañías que hacen todo lo posible para rescatar muchos títulos perdidos y olvidados en el tiempo y espacio. En el caso de PO’ed: Definitive edition, estamos ante un título extraño en tantos bandos: El principal es que estamos ante un videojuego de la década de los noventa, de esos que sabemos cual es la raíz de su desarrollo y que pasó sin pena ni gloria en su momento. Hoy vamos a hablar un poquito sobre él y sobre por qué es a la vez un mal videojuego; importante e imprescindible.
Primer Plato
No penséis que PO’ed: Definitive Edition tiene una historia interesante, podríamos pensar que el trasfondo narrativo sigue la norma establecida que dejó la Id Software de John Carmack y compañía… un comentario que nos ahorraremos en el análisis, pero si sois de esos perros viejos de los boomer shooter sabéis de sobra lo que pensaban la gran mayoría de compañías sobre hacer una historia en estos videojuegos y no, no queréis saberlo. Es un argumento bastante rancio.
La cuestión es la jugabilidad, siendo otro de los herederos de Doom pero con su estilo propio. Ahí si que no hay cuestión de opiniones divisivas: es pura diversión; puro frenetismo y pura nostalgia. La cuestión es que la adaptación de parte de Nightdive Studios a los tiempos actuales es más que correcto, de verdad. El problema radica en la base natural; con sensaciones agridulces en la dificultad y el sonido tan variopinto.
Postre
La razón por la que considero PO’ed: Definitive Edition un mal videojuego está a la vista. Su diseño visual es difícil de contemplar; es grotesco y tal vez incluso insultante. No niego que fuera revolucionario y tampoco creo que sea un título olvidable, más bien al contrario ya que este tipo de proyectos tenían que existir y tenían que rescatarse para la preservación de los videojuegos.
No todo debe de ser un Remake de Final Fantasy VII o que tenga regresar Bloodborne en forma de remasterización o lo que surja; faltaría más. Por eso tiene que existir gente como Nightdive Studios. Por eso ha vuelto PO’ed; para que tengamos a mano algo tan inimaginable a día de hoy como para ser producido. En cualquier caso, el trabajo como remasterización es bueno; es de los mejores incluso diría.
Café y siesta
El apartado sonoro no destaca nada. Escuchamos ruidos o graznidos de nuestro personaje y los gritos de nuestros enemigos cuando son aniquilados. La traduccion al castellano es de agradecer aunque este tipo de títulos puede parecer innecesaria. En general, todo lo que rodea al sonido es igual o mejor que su versión original.
PO’ed: Definitive Edition no deja de ser una anécdota como videojuego pero una remasterización necesaria, aunque sea por la parte sobre la preservación del videojuego. Aunque es un shooter a la sombra de los grandes como Doom o Quake y que su estilo visual aleja mas que atrae, tiene su miga en cuanto a la exploración y seguramente sea un videojuego casi imprescindible para todos aquellos que vivieron la década de los 90.
