Sonic Frontiers Análisis
¿Os imagináis haber plantado cara al propio Super Mario? ¿A toda una generación de videojuegos; ser el icono de los años 90? todo un logro, solamente conseguido por Sonic The Hedgehog. El erizo de Sega ha tenido muchas curvas y muchas caídas a lo largo de su vida digital pero siempre ha sabido alzarse frente a sus detractores y saber ofrecer lo que su público pedía a gritos, esa reinvención de la fórmula. Sonic Frontiers era necesario en todos los sentidos, incluso para el Sonic Team.
Aunque su prematuro anuncio y varias impresiones de algunos medios dejaban muchas dudas en el aire, ya hemos podido acabar con Sonic Frontiers, la nueva entrega de la franquicia más grande e importante de la compañía. Vamos a intentar ir desempaquetando todo lo que contiene ya que hay mucho lo que comentar, aunque de primeras y para calmar a las masas si que podemos confirmar que estamos ante un título digno.
Me gusta mucho que el inicio de Sonic Frontiers -con una cinemática bastante intrigante- sea dando un golpecito en la nostalgia; con Sonic, Tails y Amy dando una vuelta en Tornado, la ya clásica avioneta que vimos por primera vez en Sonic the Hedgehog 2. Tras un aterrizaje forzoso, Sonic pierde de vista a sus amigos y llega a un lugar bastante raro, el ciberespacio. Tras escapar de ahí, Sonic llega a las Islas Starfall, donde presuntamente están la cuadrilla y las Chaos Emeralds cuya actividad ha sido forzada.
La base de todo es explorar las islas -un total de 4- y de descubrir todos los secretos que podremos descubrir. La clave para poder orientarnos en ellas será superando «Los Desafíos», una especie de pequeños minijuegos que si los superamos pues serviría como la típica torre de cualquier juego de mundo abierto, desbloqueando información del mapa y los iconos restantes. Es bastante interesante la vuelta de tuerca que el Sonic Team ha hecho con una de las peores funciones de cualquier sandbox.
Por supuesto «Los Desafíos» no será lo único que nos encontraremos en los bosques, riachuelos, desiertos o incluso montañas. Como se dijo en párrafos anteriores, rondarán unos seres llamados titanes por toda la isla; de diferentes tamaños y mecánicas. Algunos tan simples los podremos derrotar con un par de intercambios de golpes con un sistema de combos que va de menos a muchísimo más; incluso con la posibilidad de simplificarlo para los más jóvenes de la casa.
Y una vez más, si conseguimos superar las fases -y los requisitos opcionales- el monolito nos recompensa con unas llaves que usaremos para liberar a las Chaos Emeralds. Cuando tengamos todas, salvo una que estará custodiada por el jefe final de la zona… pues ya sabéis lo que ocurrirá si sois fans del erizo azul. Todo ello horneado en un combate épico aunque con problemas de cámara, sin ser tampoco un grave problema. Todos y cada uno de los combates son espectaculares; con una banda sonora inolvidable.
Sonic Frontiers es muy detallista y eso lo vemos en otras funciones del videojuego, como la llegada de la noche junto a la lluvia de estrellas; los diálogos opcionales que podremos ver si hablamos con nuestros amigos; otros tantos minijuegos además de los nombrados desafios que harán replantearnos la idea del género del mundo abierto, quiero decir, podría ser el ejemplo a seguir para el futuro de la industria del videojuego. Sin ironía.
He nombrado, por encima, la banda sonora; siendo esta una combinación de temas ambientales que parecen sacados de las mejores partituras de Keiichi Okabe en NieR o incluso esos temas «cañeros» del ciberespacio o de los jefes finales, variando entre el Tech House y el Metal puro de los 00s. Todo ésto ha sido posible gracias a Tomoya Ohtani, un conocido de la saga y de los fans que vuelve a lucirse. Junto a él está Jun Senoue, archiconocido también de la saga y de la casa.
El punto más desfavorable es su apartado gráfico, con un pobre rendimiento en algunos casos y con un motor gráfico cutre; aunque el diseño de los enemigos y de los personajes hacen que tampoco estemos tan atentos. Existen dos modos de configuración en PlayStation 5 y Xbox Series X|S:
- Modo de Rendimiento – 1080p y 60fps
- Modo de Resolución – 4k dinámico y 30fps
Es curioso porque Sonic Frontiers tiene varias lecturas; la del fan y la del crítico, siendo las dos positivas. Es un título con mucho mimo; detallista y con ideas innovadoras de cara al futuro de la franquicia e incluso del género del mundo abierto, sin ser algo tan abismal como un juego de Ubisoft. Por otro lado, el mayor fan de la saga estará ante uno de los mejores juegos de Sonic; con múltiples referencias de sus títulos; un guion con buenas ideas y centrado en los miedos del erizo y sus amigos.
A pesar de su fatídico anuncio; su confusa presentación en los The Game Awards de 2021 e incluso la casi absurda y absoluta duda del público, estamos ante uno de los títulos estrellas de 2022 y estoy casi seguro que Sonic Frontiers se reinvidicará en el futuro; empezando desde hoy mismo con soñar en la posible secuela. Por fin hay luz al final del túnel. Dejamos atrás el desastre de Sonic Forces para cruzar, esta vez todos juntos, la frontera.
PUNTOS FUERTES
- El regreso triunfal de Sonic por todo lo alto
- Una banda sonora inolvidable e inmejorable
- Rompe las barreras del sandbox
- La exploración y los diferentes biomas…
PUNTOS DÉBILES
- …frente a las decepcionantes «pantallas clásicas»
- Buena idea con la historia; mala ejecución, llegando a ser una comedia de aventuras
- La jugabilidad torpe junto a su cámara puede darnos más de algún disgusto