Análisis de Sonic Superstars
Bienvenidos a los años 90s; la secuela de los años 80s. La Pepsi daba guerra a la gigante Coca Cola y la industria del videojuego tomaba un nuevo rumbo con un capitán al mando: Nintendo. Por supuesto, además del titán rojo estaba Sega y de todo es sabido la lucha encarnizada que tuvieron las dos compañías a principios de esa década, pero lo importante fue la figura que se enfrentó al fontanero que saltaba… un maldito erizo que era velocidad, flow y con un aura que quedaría marcado de por siempre.
Sonic Superstars es como decir «Radical» en pleno 2023. Muchos no lo entenderán y otros te señalarán a carcajadas porque has dicho una palabra antigua e inútil. La realidad es que este nuevo proyecto protagonizado por Sonic, Tails, Knuckles y Amy se parece más a las cafeterías o restaurantes tematizados de épocas; seguro que muchos de vosotros habéis cenado en ese tipo sitios, el típico bar de mediados del Siglo XX.
Oshima fundó la compañia Arzest, la desarrolladora de Sonic Superstars… aunque sus trabajos anteriores no destaquen en prácticamente nada, a pesar de que gran parte de del equipo de desarrollo han trabajado en Sega y la IP Panzer Dragoon. El cóctel de un estudio proveniente de la antigua Sega junto a varios miembros del Sonic Team es fantástico, aunque con diferentes «grumos» que destacaremos, además de sus bondades que las hay.
Hay cuatro personajes jugables: Sonic, Tails, Knuckles y Amy; que regresa tras ser un personaje añadido en Sonic Origins, aclamado por el fan promedio de la saga. Hay una «sorpresita» al final de la aventura, pero a grande rasgos las diferencias jugables son notorias. Tails vuela; Knuckles planea y Amy tiene una especie de doble salto con martillazo incluido. Por último, han metido un multijugador local divertido, aunque un poco caótico con las cámaras. Ideal para una sesión en familia.
La banda sonora es bastante completa, desde temas más clasicotes y ambientales o melodías con un nivel nunca visto en la saga. Speed Jungle o Press Factory, además de ser unos niveles fantásticos, son un ejemplo de la grandeza que Sonic tiene detrás. No hay «voces» en el título, más allá del sonido de turno de ahogamiento y demás; tampoco las necesita si somos honesto.
Sonic Superstars no deja de ser un juego que nos atrapará por la nostalgia de jugar a un nuevo Sonic en dos dimensiones pero con las suficientes novedades jugables para que toda la familia quiera entrar en una nueva era que, si las ventas funcionan, veremos en el futuro. Uno prometedor si consiguen diseñar mejores niveles que en esta entrega.