Bellas Artes, la serie original de Movistar Plus+, de Gastón Duprat y Mariano Cohn, llegó a la plataforma en simultáneo para Latinoamérica (Star+) y España.
La nueva serie Bellas Artes está creada por Andrés Duprat, Mariano Cohn y Gastón Duprat. Los múltiples premiados creadores argentinos han abordado a lo largo de su trayectoria la temática del arte y la cultura; entre sus últimas películas están: Competencia oficial, Mi obra maestra o El ciudadano ilustre.
Desde una mirada crítica y sarcástica, Bellas Artes es una comedia dramática, ágil y entretenida. Consta de seis episodios de 30 minutos dirigido por Martin Bustos (El Encargado) que giran a través de historias y personajes relacionados a la gestión de un museo de arte contemporáneo.
El actor argentino, Oscar Martínez, encarna a Antonio Dumas el protagonista de esta historia. Un personaje fuerte con un carácter cínico y soberbio en sus decisiones profesionales y relaciones personales.
Excelentes actuaciones logran involucrar al espectador en la trama de las distintas en las problemáticas y repensar sobre el mundo del arte y su repercusión. Lo acompañan: una secretaria entregada a su labor interpretada por Aixa Villagrán; una mano derecha pendiente de las tendencias interpretado por Koldo Olabarri; Ana Wagener como la ministra por encima de él; y aunque breve, José Sacristán tiene su cuota artística dentro del museo.
Bellas Artes: una recomendable serie llena de sarcasmo
Veremos, desde la postura del nuevo director artístico del Museo Iberoamericano de Arte Moderno (MIDAM), un intelectual y prestigioso historiador de arte y gestor cultural, que desde su llegada deberá afrontar con distintas problemáticas que van complejizando su nuevo rol. Empezará a encontrar dificultades con las nuevas manifestaciones de activistas, las presiones políticas, los problemas edilicios, empleados que defienden sus derechos laborales, tratar con artistas extravagantes y sobrevivir a las burocracias; por eso el título Bellas Artes muta a Malas Artes.
La serie también cuestiona el hermetismo y el elitismo que a menudo caracterizan al ámbito artístico, al tiempo que refleja la dificultad que tiene el público común para entender y valorar determinadas obras de arte. Lo vemos en la incorporación del nieto del protagonista como personaje permite explorar de manera reveladora esa distancia entre el arte y los espectadores.
El guionista Andrés Duprat ha encadenado gags originales y giros bien resueltos, sobre la necedad humana y sus manifestaciones. En especial, la serie logra transmitir de manera efectiva la complejidad y el desgaste que supone la dirección de una institución cultural de estas características. Todos los personajes de Bellas Artes son sacudidos por la trivialidad de los tiempos que nos toca vivir, por eso podríamos vernos reflejados con algunos de ellos.
La puesta en escena y la dirección de arte ha recreado de manera verosímil los espacios y las obras que integran las colecciones del MIDAM. La fotografía, también, se destaca con un predominio de planos generales y composiciones simétricas que acompaña el tono distanciado y observacional de la narración. Muestran un reflejo descarnado de la sociedad y permite reflexionar acerca de los problemas y las contradicciones del mundo actual.
Segunda temporada de Bellas Artes
Al final de la primera temporada se sintió como una gran introducción a lo que el mundo de Antonio Dumas se está por transformar. Interiorizarnos en sus pensamientos y reacciones para llegar al trasfondo de su comportamiento. En el último evento de promoción de la serie, se ha confirmado una segunda temporada en postproducción. Por lo que eventos que han quedado en el tintero posiblemente la próxima temporada se encargará de profundizar.
Bellas Artes se configura como una sátira mordaz del mundo del arte contemporáneo y de las instituciones culturales, en la que Gastón Duprat, Mariano Cohn y Andrés Duprat vuelven a demostrar su habilidad para retratar las miserias y contradicciones de la sociedad actual.