VOYAGE ANÁLISIS PARA NINTENDO SWITCH
En los últimos años en el mundo de los videojuegos, hemos asistido al nacimiento de grandes obras dentro del género narrativo, pequeñas aventuras que nos indican a reflexionar sobre los temas más sencillos e íntimos de la naturaleza humana. Cómo en tan poco tiempo se puede llegara expresar tantas emociones a través de un videojuego es una de las cuestiones que más nos hacemos por estos lares y que busca dar respuesta una vez más con el protagonista que os traemos en el día de hoy con su versión de Nintendo Switch, Voyage.
UN HISTORIA PARA COMPARTIR
Voyage busca transmitir mucho con muy poco a través de su narrativa completamente silenciosa a lo largo de las casi dos horas que durará nuestra aventura con nuestro compañero de viaje al cual podremos ir cambiando en todo momento para superar los diferentes desafíos y puzles que nos plantea el videojuego. Es una historia pausada, sencilla y que busca reservar para el final el pequeño misterio que nos ha llevado hasta este misterioso lugar donde realmente no estaremos solos sino que podemos observar como a pequeños guías espirituales que nos permitirán avanzar a hasta los siguientes puntos de control.
ECHAME UNA MANO AMIGO MIO
La jugabilidad se presenta de forma intuitiva aunque tengo que decir que quizás los controles no se explican de la forma más adecuada al principio ya que el videojuego decide prescindir de cualquier tipo de tutorial y deja en pantalla de forma sobrescrita durante unos minutos los símbolos correspondientes a los comandos asignados a cada botón del mando. No tengo inconveniente alguno con esta elección ya que es algo habitual en estas propuestas narrativas no realizar ningún tipo de mensaje hacia el jugador ya que los controles suelen ser muy sencillos pero considero que Voyage si que posee ciertas mecánicas que deberían ser explicadas al principio de una forma más eficiente con su nivel inicial.
Una vez entendido el sistema de intercambio con nuestro compañero y comprendidas las mecánicas principales de la aventura, el videojuego funciona como una máquina bien engrasada con luces y sombras en sus diferentes niveles. Algunos puntos resultan ciertamente repetitivos o abusan mucho del «backtracking» para descubrir cierto objeto o cierto punto que nos saltamos al principio del nivel en concreto o que simplemente ahora ya es accesible.
Esto queda como algo negativo debido a la parsimonia de nuestros protagonistas y al movimiento natural que tienen que puede hacer de algunos niveles una experiencia un tanto tediosa, siendo esto en mi opinión una de las claras deficiencias que presentan propuestas de este género. Contemplativo no quiere decir superfluo o monótono y encontrar el equilibrio entre eso y la diversión es lo que diferencia un videojuego más de una obra maestra y cautivadora para el resto de los años.
UNA AVENTURA ARTÍSTICAMENTE CAUTIVADORA
Sin embargo de estos factores un tanto negativos se beneficia el otro gran pilar que sustenta la aventura como es su apartado gráfico, artístico y sonoro. Las paletas e ilustraciones hechas a mano hacen que sea una auténtica delicia pasear por sus escenarios mientras disfrutas del rigor y la sutileza de algunas melodías a las que solo podemos rendir pleitesía por tamaña hazaña. Un trabajo sublime que logra sacar a relucir las mayores bondades del videojuego y que el jugador pueda perdonar esos problemas de ritmo que comentamos en el apartado anterior. De esta manera se consigue un trabajo notable que hará de esta experiencia casi cinematográfica, una labor totalmente disfrutable tanto para un solo jugador como en compañía.
PUNTOS POSITIVOS:
- Su apartado artístico totalmente hecho a mano.
- Buena banda sonora.
- Duración bien ajustada.
PUNTOS NEGATIVOS:
- Graves problemas de ritmo, partes lentas y monótonas.
- Mal explicadas ciertas mecánicas jugables.
