FANCINE 2022 HUNT – FUMER FAIT TOUSSER – DIA 8
El último día de festival, pudimos ver ‘Hunt‘ (estrenada en España el pasado 4 de enero) y ‘Fumer fait tousser‘. La primera es la ópera prima de Lee Jung-jae, conocido por la popular ‘El juego del calamar‘ y quien también ejerce el rol protagonista. Por su parte, ‘Fumer fait tousser’ es una de las nuevas obras del inclasificable Quentin Dupieux (ya hablamos de la decepcionante ‘Increíble pero cierto‘).
El despiporre de ‘Hunt’
‘Hunt’ nos sitúa en la Corea del Sur de los años 80. Tras el asesinato del presidente Park por la agencia de inteligencia, el ejército retoma el poder. Corea del Norte intenta aprovechar esta situación y envía a un espía. Ante esta amenaza, los agentes Park Pyong-ho (Lee Jung-jae) y Kim Jung-do (Jung Woo-sung) se encargan de descubrir quién se ha infiltrado en la seguridad surcoreana. Ambos acaban dudando de la lealtad del otro, lo que desencadena una brutal investigación.
Tras el visionado, uno tiene claro que Lee Jung-jae ha basado su película en el desenfreno. Eso da lugar a las explosivas escenas de acción, los constantes giros de guion y el montaje acelerado con planos cortos y poco tiempo para respirar. Resulta justo reconocer que el director es coherente con sus decisiones autorales hasta las últimas consecuencias. Dicho esto, el resultado final es bastante mejorable.
‘Hunt’ cuenta con estimulantes set pieces, no cabe duda. Sin embargo, son tan constantes que acaban generando indigestión en el espectador. Pese a su eficaz uso de una violencia cruda salpimentada con unas coreografías impactantes, la ausencia de una mayor dosificación de estos momentos juega en su contra. En este sentido, el tramo final es un caos mayúsculo que apuesta por la grandilocuencia más inverosímil en un momento en el que el público ya ha tenido bastante.
Eso sí, ciertas escenas cuentan con una fuerza genuina que se echa de menos en aquellos momentos más pirotécnicos (destaca especialmente cierta situación desarrollada en un hospital). Son chispazos que demuestran que Lee Jung-jae apunta a ser un autor con poderío narrativo y visual.
En cuanto a los personajes, son relativamente planos pese a las teóricamente complejas motivaciones que influyen en sus actos. No obstante, cumplen con su cometido gracias a unos intérpretes entregados a la causa; en este sentido, cabe una mención especial para el propio Lee Jung-jae y Jung Woo-sung, quienes esparcen una intensidad notable para mantener el artefacto en pie.
Así, ‘Hunt’ es una buena opción para apasionados de la acción que busquen algo no demasiado exigente.
El cálido absurdo de ‘Fumer fait tousser’
‘Fumer fait tousser’ sigue a la «Tabac Force«, constituida por Benceno (Gilles Lellouche), Metanol (Vincent Lacoste), Nicotina (Anaïs Demoustier), Mercurio (Jean-Pascal Zadi) y Amoniaco (Oulaya Amamra). Son cinco justicieros que, tras vencer a una tortuga giante, deben ir a un retiro espiritual para reforzar sus lazos por orden de su líder, Chef Didier (Alain Chabat), una enorme rata de felpa cuya boca supura constantemente un asqueroso líquido verde.
Tras este párrafo, podéis deducir que el absurdo se convierte en la columna vertebral de la película. La cosa va a más. En el mencionado retiro, los personajes cuentan historias de terror. De esta manera, la estructura de la obra se ramifica y adquiere una naturaleza antológica.
Esta pirueta narrativa, lejos de llevar la película al desastre, eleva el interés de manera notable. En el peor de los casos, estos relatos provocan continuas risas por parte del espectador familiarizado con la obra de Dupieux. Dicho esto, merece una mención especial el fragmento en el que aparece Adèle Exarchopoulos (‘La vida de Adèle’), que gira alrededor de una máscara que aísla mentalmente a quien la lleva, pudiendo provocarle impulsos homicidas. Es una pieza tronchante y terrorífica con una poderosa fuerza narrativa. Puro cine.
En general, toda esta ‘Fumer fait tousser’ se siente profundamente libre. El público pasa de la carcajada más estruendosa al escalofrío más intenso, como en esa pequeña historia narrada por una niña que nos recuerda las terribles consecuencias del cambio climático provocado por el ser humano.
Sus colores pastel y sus sonidos evocadores de los años ochenta aportan un matiz naíf y añejo. Todos estos elementos redondean una propuesta que funciona como un lugar seguro para todos aquellos que deseen resguardarse del sinsentido que demasiado a menudo golpea nuestras vidas.
En este sentido, resulta justo reconocer la extraordinaria labor de un plantel de intérpretes que son auténticas estrellas de la cinematografía francesa. Se suman humildemente a una fiesta que, por encima de todo, demuestra un honesto amor por el medio y por todos aquellos que lo hacen posible.
Por todos estos motivos, ‘Fumer fait tousser’ se reveló como la mejor opción para cerrar la última edición del Fancine.
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