Festival de Malaga El castigo
Este artículo está dedicado a ‘El castigo‘, nueva película de Matías Bize, que se hizo con el galardón a Mejor Dirección, así como a ‘Upon Entry‘, dirigida por los debutantes Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez, que permitió a Alberto Ammann hacerse con el premio a Mejor Actor. Ambos largometrajes pertenecen a la Sección Oficial.
Por cierto, aquí tienes la lista completa de ganadores de esta edición del festival.
(Duras) verdades escondidas en el bosque
En ‘El castigo’, Ana (Antonia Zegers) y Mateo (Néstor Cantillana) buscan angustiosamente a su hijo en un bosque junto a una carretera. El niño se ha perdido tras dejarle solo durante unos minutos como castigo por su mal comportamiento. Llega la policía, pero el infante sigue sin aparecer. Esta situación estresante sacará a la luz todas las debilidades de la pareja y de la familia que han construido.
El nuevo título de Matías Bize he generado un consenso crítico favorable. Personalmente, no consigo apreciar las bondades manifestadas por tantos. Por ello, no creo que el plano secuencia que atraviesa el metraje favorezca la inmersión del espectador. Al contrario, considero que lastra el ritmo de la historia y facilita la aparición de minutos vacíos hermanados con el letargo.
En cuanto al guion, debo reconocer su valentía a la hora de lidiar con temas espinosos como la maternidad no deseada e, incluso, rechazada. No obstante, demasiados diálogos carecen de la naturalidad deseable, consolidando un tono teatral que no termina de funcionar a la hora de transmitir unas emociones tan complejas como las requeridas por los temas planteados.
Por su parte, el trabajo fotográfico es interesante, pues da lugar a la presencia de un anochecer perpetuo que refleja perfectamente la amenaza de la desaparición que no se resuelve y la oscuridad acumulada que pugna por salir de los corazones de ambos protagonistas.
No puedo terminar sin hablar del reparto. En general, los diálogos poco orgánicos comentados más arriba suelen suponer un inconveniente para los intérpretes. Dicho esto, Néstor Cantillana hace un trabajo sólido como padre y Catalina Saavedra se muestra eficaz como policía que investiga el caso. Sin embargo, quien destaca es Antonia Zegers al transformarse en una madre reprimida que transmite dolor con su mirada y falsa seguridad con sus palabras antes de exponerse totalmente en un complicado monólogo que defiende estupendamente.
Purgatorio fronterizo
Diego (Alberto Ammann), urbanista venezolano, y Elena (Bruna Cusí), bailarina de Barcelona, se mudan a Estados Unidos para empezar una nueva vida. Sin embargo, al llegar al aeropuerto, son trasladados a la sala de inspección secundaria. Allí, serán intensamente interrogados para descubrir si tienen algo que ocultar.
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Durante el primer tramo, la ópera prima de Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez atrapa. Consigue captar la angustia inherente a los controles de seguridad aeroportuarios para llevarla al siguiente nivel. Mientras la pareja protagonista parece compartir la misma ausencia de información que el espectador, la empatía nace sin esfuerzo.
Los espacios reducidos, los planos cerrados, la fotografía fría y las amenazantes interpretaciones de Ben Temple y, sobre todo, Laura Gómez, refuerzan esta sensación de desamparo. Los logrados trabajos de Alberto Ammann y Bruna Cusí hacen el resto.
Los problemas aparecen cuando el guion se dedica a desvelar información. La cargada atmósfera creada anteriormente comienza a agrietarse y la conexión emocional con la pareja se desvanece progresivamente. Como consecuencia, el metraje pierde una fuerza considerable.
Aquí, la mejor baza de ‘Upon Entry’ se encuentra en su duración, unos escasos 74 minutos que posibilitan que el resultado final sea positivo pese a la creciente pérdida de interés. No es la gran película que prometían sus primeros minutos, pero no deja de ser recomendable pese a todo.
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