Yars Rising, un metroidvania digno de echarle un ojo
Antes de empezar a jugar Yars Rising, me informe sobre que tipo de videojuego era porque no lo conocía. Resulta que viene del Yars’ Revenge, salió para el Atari 2600 en 1982. Un título que, además de ser el más vendido para esta consola, fue desarrollado por la misma persona que hizo Raiders of the Lost Ark y E.T. el extrarrestre. Existieron nuevas versionas para la Game Boy Color, pero seguramente serán muy distintas que la actual.
Lo nuevo de Wayforward llegará el 10 de septiembre a PC y sorprendentemente tengo que decir que en líneas generales que, aunque no innove nada en el terreno de los metroidvania, porque siendo claros, hay muy poco que innovar ya, si que me ha parecido divertido y con una ambientación/estética muy chula para dedicarle de 6 a 8 horas de tu tiempo a pasártelo.
Una dirección de arte inspirada en el cyberpunk mezclado con tonos de anime en el que controlamos a Emi, una hacker contratada por la empresa Qotech, que con ayuda de sus amigos quiere descubrir que es lo que la multinacional esconde en sus plantas menos accesibles del grandioso edificio. Para ello el estudio ha decidido que la mecánica principal sea la resolución de puzles a través de unos ordenadores que hay que hackearlos. Al hacer esto, se abren puertas para seguir avanzando en nuestra aventura.
Para lograr hackear las puertas tenemos que superar distintos minijuegos que homenajean al Yars Rising original de la Atari 2600, muy parecidos también a la mecánica de 9s en NieR Autómata. He de decir que algunos de los hackeos finales son difíciles y te llevarán más de un intento poder solucionarlos.
Dejando a un lado esta mecánica, las demás pues es lo de siempre que nos encontramos en la mayoría de metroidvanias. A medida que progresa la aventura, va desbloqueando nuevas habilidades como mejores armas, saltos más prolongados, dashes… Estas mecánicas no es que sean repetitivas, sino que aparecen en cualquier metroidvania debido que, al tratarse de un título en 2D de plataformas, es difícil ser novedoso con unas habilidades ya en 2024 muy acotadas.
Cada cierto tiempo lucharemos contra unos bosses, que no te supondrán un reto souls, pero tendrás que encontrarle el punto débil y podrás morir varias veces en el intento. Estéticamente son de lo mejor de Yars Rising además de las distintas habilidades que tienen los jefes. En general cuando te enfrentas a uno de los 6/7 bosses que tiene el videojuego, es bastante disfrutable.
Dejando a un lado la historia, sin hacer muchos spoilers, no me ha interesado mucho por la falta de innovación en ella, los diálogos con tus amigos que te van ayudando en la aventura colocándote puntos en el mapa para seguir la historia principal (es un metroidvania bastante lineal), tienen un humor bastante parecido a Hi-Fi Rush e incluso la mayoría de personajes parecen sacados del videojuego de Tango Gameworks. Un humor que, sin llegar a ser de mis favoritos, creo que encaja bastante bien en el worldbuilding construido.
Acabando ya con el análisis, quiero destacar dos elementos que me han parecido de lo mejor del título. El primero de ellos es la música, la mayoría de las canciones que tiene el juego son bastante buenas y acompañan muy bien tanto al plataformeo como a la lucha contra bosses, todo un acierto por el estudio.
El otro elemento que me ha dejado impresionado ha sido tanto las animaciones de desbloqueo de nuevas habilidades, como la estética del formato cómic en los diálogos más importantes de la aventura. Creo que la dirección de arte ha hecho un fantástico trabajo a la hora de combinar colores y efectos que se hacen muy disfrutables a los ojos del consumidor.
Por lo demás, si tienes una tarde libre, jugar a Yars Rising es una magnifica opción para tumbarte con tu Steam Deck, ponerte el aire acondicionado y disfrutar de las aventuras de Emi atravesando silenciosamente el gran edificio Qotech.