TellTale Games por desgracia ya es historia y no de la mejor manera por la forma que tuvo su despedida.
Con muchos problemas a sus espaldas que llevaron al cierre de la empresa ahora, su cofundador y exdirector ejecutivo, Kevin Bruner, se habría disculpado por el «crunch» sufrido durante sus lanzamientos. Más concretamente se ha excusado que a diferencia de otras grandes compañías TellTale no podía anunciar el lanzamiento de su juego para el mes de otoño y después retrasarlo por no estar preparado. En su caso se escudan en que esto no era posible de acuerdo al presupuesto necesario para ello pero a pesar de esto servía para que la empresa subsistiera un poco más. El crunch, muy resumidamente, se trata del aumento de horas del trabajo para poder terminar un proyecto llegando a descuidar las relaciones familiares y vitales de los trabajadores. Una «enfermedad» que se hace patente en muchas de las producciones y de la que ninguna compañía está exenta de ello .
