¡Alabado sea el Círculo de Elden!
Ese era el mensaje que más repetían los jugadores de la beta de Elden Ring y no es de extrañar. La colaboración entre Hidetaka Miyazaki y George R. R. Martin no ha hecho más que crear expectación en cada uno de los pasos que ha dado. Después de un gameplay que cautivó el corazón de muchos jugadores, el anterior fin de semana llegó una beta cerrada de Elden Ring que algunos privilegiados pudimos jugar y, sin duda, disfrutar.
Ya se ha dicho mucho sobre este videojuego. De hecho, ya es incluso un poco tarde para hablar de la beta. Pero lo cierto es que la experiencia que te proporciona Elden Ring, con toda su complejidad e inmensidad, merece cierta pausa y reflexión. Un momento para pararse a recordar, pensar, investigar y, finalmente, compartir unas primeras impresiones que permitan distinguir la luz entre la bruma.
Durante el tiempo de juego de la beta de Elden Ring, los jugadores hemos podido intuir los trazos de una gran obra de arte. En ella, hemos podido escuchar los ecos de otras obras, familiares para muchos y extrañas para otros. A la vez, hemos podido ver algo único, nuevo y estimulante en muchos sentidos. Elden Ring es un pasado conocido y un futuro por conocer. Pero al igual que en el mundo de Elden Ring, lo mejor es ir descubriendo todo con calma.
Un desconocido familiar
Muchos de los seguidores de las obras de From Software se habrán preguntado en qué punto se encuentra Elden Ring respecto al resto. Lo cierto es que se trata de una obra cercana a las demás, pero que, al mismo tiempo, da un paso al frente y se aleja de sus semejantes. Elden Ring sigue la estela de Bloodborne y Sekiro: Shadows Die Twice a la hora de incorporar elementos nuevos respecto al mundo de Dark Souls. Es más, incluso aporta aspectos procedentes de títulos tan aparentemente lejanos como Zelda: Breath of the Wild.
Lo nuevo
De este modo, podemos concluir que Elden Ring en un juego especial dentro de la producción de From Software. Por un lado, la influencia de Breath of the Wild, del que el propio Miyazaki se declara fan, puede encontrarse en el movimiento del personaje, incorporándose el salto como mecánica. Esto nos da la posibilidad de desplazarnos y movernos por el espacio de forma novedosa respecto a otros juegos de la compañía, ya sea para escalar, tener visión desde diferentes alturas o atacar. Esta última es una de sus mejores aplicaciones, ya que nos permite realizar un súper ataque que atraviesa los escudos y afecta gravemente a nuestros enemigos.
Por otro lado, el juego nos ofrece la posibilidad de desplazarnos usando un sigilo que puede recordar al de Sekiro. De esta forma, podemos agacharnos para movernos sin ser detectados por los enemigos. Esto nos da una ventaja a la hora de atacarlos, pudiendo acabar con ellos si los atacamos directamente por la espalda.
A su vez, Elden Ring resta importancia al parry con la inclusión del contraataque de guardia, que permite atacar de vuelta al enemigo cuando paramos su golpe con el escudo, de manera que ya no es necesario hacerlo en el momento exacto en el que el enemigo nos ataca. Esto nos da una mayor ventaja en el combate.
¿Un Miyazaki piadoso con el jugador?
Eso sí, si algo nos facilita las cosas en Elden Ring son las llamadas invocaciones espirituales. Se trata de espíritus (que puedes adquirir a través de comerciantes, por ejemplo) que nos ayudan en combate a cambio de gastar puntos de concentración. En muchos casos, más que para derrotar a los enemigos por sí mismos, son útiles para entretener al enemigo o debilitarlo, lo cual no es poco. Eso sí, solo se pueden invocar en ciertas zonas, marcadas por el símbolo del monolito al renacimiento. No obstante, según mi experiencia, es bastante común encontrarse con esta posibilidad; especialmente, en los momentos más decisivos.
Probablemente, esta opción no va a ser bien recibida por aquellos más puristas al entender que se trata de una forma intolerable de facilitar la experiencia de juego. No obstante, yo entiendo que es perfectamente legítima, pues el jugador más adicto al sufrimiento siempre tendrá la opción de no hacer uso de estas invocaciones (que, por otro lado, ante enemigos especialmente fuertes, no convierte los enfrentamientos en meros trámites).
Asimismo, regresan las invocaciones online, aunque con varias novedades interesantes. De primeras, ahora contamos con un menú dedicado en el que podemos acceder directamente a los objetos especiales usados para comenzar los modos competitivos y cooperativos. A través de ellos, ofreceremos o aceptaremos colaboraciones y duelos, invadiremos mundos de otros jugadores, solicitaremos ayuda cuando nos invadan a nosotros, etc. Llegados a este punto, cabe destacar los llamados altares de invocación, pequeñas estatuas cuya función consiste en concentrar invitaciones competitivas o colaborativas en lugares especialmente importantes (antes de un jefe, por ejemplo)
Lo viejo
No obstante, las semejanzas con la saga Dark Souls son muy apreciables; sobre todo, en lo relativo a su tercera entrega. Ambas obras comparten gran parte de las bases de su jugabilidad. Así, encontramos espacios donde podemos subir de nivel (Lugares de Gracia) haciendo uso de runas que conseguimos al derrotar a nuestros enemigos. También utilizamos objetos de curación que nos permiten recuperar los puntos de salud (PS) y los puntos de concentración (PC). De hecho, en el HUD se nos indica esta información, entre otra, del mismo modo que ocurría en Dark Souls 3.
Del mismo modo, los combates siguen una dinámica familiar para los fans de Dark Souls: rotar las armas, rodar, controlar los tiempos, etc.. Tras las disrupciones de Bloodborne y Sekiro, Elden Ring vuelve a apostar por unos combates más lentos, metódicos y con un carácter más defensivo.
En este caso, la clase no marca irremediablemente tu experiencia
En cuanto a la elección de personajes, tampoco resulta complicado acordarse de los Dark Souls. Al comenzar la partida, podemos elegir entre cinco clases: guerrero (agilidad), caballero hechizado (fuerza y destreza), profeta (encantamientos), campeón (encantamientos de fuego) y lobo sangriento (vida, fuerza y resistencia). No existe un editor de rostros y simplemente nos dan a elegir entre un personaje masculino (opción A) y femenino (opción B). Eso sí, salvo en lo relativo a ciertos aspectos como la voz del personaje o sus rasgos físicos, no hay diferencias destacables entre un género y otro.
Como suele ocurrir en este tipo de propuestas, nuestra elección de personaje va a estar basada en nuestras preferencias a la hora de jugar y, sobre todo, combatir. En función de ello, podremos priorizar un combate basado en la fuerza, la agilidad, la destreza o la magia. Sin embargo, en Elden Ring esta decisión inicial no es definitoria. Al subir de nivel, tendremos la posibilidad de mejorar unos parámetros u otros. De este modo, un lobo sangriento podría acabar usando encantamientos sin problema.
Una esencia propia
Pese a todo, jugando a Elden Ring se respira un aire nuevo y, sin duda, esto es gracias a su ambicioso mundo abierto. Teniendo en cuenta que en la beta hemos podido acceder a un espacio limitado y, pese a ello, ha resultado bastante abrumador, ya podemos imaginar lo que nos espera en el juego completo. Probablemente, necesitemos muchas horas de juego para descubrir todas las mazmorras, castillos, tesoros y secretos que conforman el universo de Elden Ring.
Por suerte, se ha añadido un personaje que nos acompañará de forma constante: Torrentera. Este caballo fantasmal nos permite recorrer largas distancias en menor tiempo (incluso saltando) y combatir con mayor ventaja frente a los enemigos, aunque debemos tener en cuenta que puede ser derribado frente a ciertos ataques. Además, en cuanto lo llamemos, apareceremos montados sobre él, evitando tiempos de espera y agilizando la experiencia de juego. No obstante, aunque podemos llamarlo las veces que queramos, si muere, antes habrá que descansar en un Lugar de Gracia o usar un Vial de Lágrimas Carmesí. Además, el combate a caballo requiere un nivel de práctica que de primeras puede ser difícil de asumir.
La importancia de la exploración
Sin embargo, a la hora de jugar a Elden Ring, no solo importa el combate, sino también la exploración. Gracias a ella, encontraremos todo tipo de materiales valiosos. Algunos de ellos nos pueden servir para crear objetos nuevos y otros, para incorporarlos a nuestras propias armas. Aquí es donde aparece una de las novedades más interesantes del juego: las Cenizas de Guerra. Estas provocan dos efectos: por un lado, añaden una habilidad especial a las armas (por ejemplo, establecer un círculo de protección) y, por otro, les otorgan poderes elementales. Asimismo, no se consumen al ser aplicadas y, lo que es mejor, pueden moverse de un arma a otra con total flexibilidad, lo que incrementa notablemente nuestras opciones de combate.
Por otro lado, para que la exploración sea más manejable dentro de la inmensidad de Elden Ring, Miyazaki ha añadido dos elementos inexistentes en sus anteriores obras: el mapa y la brújula. De esta manera, a diferencia de lo ocurrido en el resto de títulos de este creador, donde los jugadores se veían obligados a memorizar diferentes rutas para orientarse, estos cuentan ahora con dos referencias claras y realmente necesarias.
Además, es posible marcar ciertos puntos en el mapa que también se reflejan en la brújula e, incluso, en el propio mundo mediante un haz de luz. A su vez, el juego nos permite viajar directamente a los Lugares de Gracia que hayamos descubierto previamente. Por su parte, From Software realiza otra concesión con las conocidas como Efigies de Márika, donde podremos reaparecer tras morir si hemos sido derrotados cerca de ellas y lo consideramos más beneficioso que hacerlo en un Lugar de Gracia.
Un mundo espectacular
Más allá de un juego, Elden Ring es una experiencia. De hecho, nos adentramos en ella justo en la pantalla de inicio, donde la música nos introduce en el carácter épico de la historia. Una vez dentro, tanto el apartado visual como el sonoro nos llevan a un universo lleno de peligros, pero también de belleza. Comenzamos en una cueva que sirve como tutorial y donde conocemos a los primeros enemigos, esqueletos de una vida pasada y soldados que, para sorpresa de nadie, se muestran hostiles ante nuestra presencia. No sabemos dónde estamos ni a dónde vamos, pero sí sabemos que fuera de esa cueva nos espera algo todavía mejor. Y así es.
Llegamos al Necrolimbo, un espacio abierto donde ampliamos nuestra visión del mundo. A través de nuestros encuentros con los elementos arquitectónicos y naturales, con los enemigos vivos y muertos, con las criaturas inocentes y malintencionadas, vamos descubriendo la historia de Elden Ring. Sin embargo, esta se muestra poco a poco, según qué exploremos y con quién hablemos. En este sentido, algunos personajes como Melina y los comerciantes nos dan cierto contexto. Nos descubren que somos el Sinluz, un paria. Nos queda claro que nuestro personaje ha iniciado un viaje de resurgimiento.
Un diseño artístico impresionante
Y mientras tanto, a nuestro alrededor, encontramos un mundo medieval lleno de fantasía y decadencia. Observamos ruinas de edificios pasados, mazmorras llenas de peligros, cuevas enterradas en la oscuridad y lugares abandonados. Se construye un ambiente de tensión a través de un entorno siniestro y, en muchas ocasiones, solitario. Viajamos solos, con las figuras de los otros jugadores como fantasmas y con el recuerdo de sus muertes presente. Nos preparamos para enfrentarnos a algo desconocido y terrible.
En este mundo, nos enfrentamos a titanes, cangrejos gigantes, dragones y todo tipo de abominables y desafiantes criaturas. También combatimos contra muertos vivientes, soldados, centinelas y hasta una especie de cavernícolas violentos. Todos los enemigos se caracterizan por tener un estilo único, una estética original y elaborada y una personalidad propia. Podemos apreciar cómo cada enemigo tiene sus propios ataques e, incluso, cómo cambian de estrategia de combate cuando les tenemos contra las cuerdas.
Estas sensaciones se ven favorecidas por un apartado gráfico que, sin ser superlativo, alcanza un nivel bastante notable.
La magia de Elden Ring
Pero lo que realmente consigue hacer que el mundo parezca estar vivo es la interacción de los personajes con el entorno. Llegados a este punto, resulta justo admitir que este aspecto no se siente tan orgánico como, por ejemplo, en Red Dead Redemption 2. Pese a ello, el juego se muestra especialmente épico en momentos como cuando combatimos contra un jefe, pasamos al lado de un edificio en ruinas y éste lo golpea, de forma espontánea, para sepultarnos bajo sus piedras. Eso sí, si hay una situación que me enamoró especialmente, es aquella en la que surgió del cielo un enorme dragón que destrozó todo a su paso para, posteriormente, plantarse ante mí. En esos momentos, sentimos que estamos en un universo donde todo es posible.
El entorno evoluciona y cambia constantemente. Somos conscientes del día y la noche. De los días de sol y de los días de lluvia. De la llegada de la niebla y de la llegada del viento. Y todo ello nos afecta a la hora de relacionarnos con el entorno, de desplazarnos, de visualizar el mundo. Nos adentramos en la historia y deseamos constantemente seguir avanzando para saber quiénes somos y qué nos aguarda.
Rendimiento en PS4
Gran parte de la experiencia de juego puede verse marcada por el rendimiento que tenga en la consola donde lo disfrutemos. El rendimiento de Elden Ring para PS4 lo podemos calificar como aceptable, ya que no existen demasiados impedimentos como para no disfrutarlo en condiciones. Sin embargo, sí existen ciertos defectos que pueden sacarnos del contexto del juego y, por tanto, empeorar nuestra propia experiencia. En concreto, la mayor parte de los problemas se centran en dos situaciones: el uso del multijugador y el combate con múltiples enemigos.
En cuanto al multijugador, pude ver caídas de fps en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando solicité la ayuda de otro jugador para derrotar a uno de los jefes, este se movía de forma ralentizada y estática. Sin embargo, ni mi personaje ni el del otro jugador se veían afectados. Más tarde, cuando volví a enfrentarme a dicho jefe sin hacer uso del multijugador, el juego tuvo un mejor funcionamiento.
Del mismo modo, esta ralentización aparece en los combates donde están implicados más de tres personajes. Por ejemplo, al enfrentarme a una manada de lobos o a un grupo de soldados, aprecié esta caída de fps que, eso sí, se solucionaba a los pocos segundos.
También me he encontrado con algunos problemas relativos a la visión de la geometría en algunas partes del escenario, así como a ciertos momentos con popping y clipping. No obstante, se trata de cuestiones que quizás puedan ser solucionadas antes del lanzamiento final.
Rendimiento en PS5
También Elden Ring contará con una versión dedicada para PS5 donde podremos disfrutar de lo nuevo de From Software de dos formas diferentes: modo calidad o modo fps. El primero prioriza la tasa de resolución en 4K, mientras que el segundo está centrado en mantener la tasa de 60fps de forma estable y constante. He probado ambos modos de juego y, sinceramente, los dos tienen un rendimiento sobresaliente. Soy consciente de las críticas generalizadas que ha tenido este apartado por la gran mayoría del público. Sin embargo, en mi caso concreto, no he experimentado ninguno de los problemas que se han comentado en las últimas fechas.
El modo calidad ofrece una experiencia sólida donde sí que es verdad que se aumenta la distancia de dibujado y hay ciertas texturas que se ven mejoradas. No obstante, la fluidez que le otorga a la jugabilidad el segundo de los modos, hace que, por primera vez, estemos ante una experiencia jugable única por parte del estudio nipón. No he tenido más que tirones puntuales en ciertos puntos de la zona costera, sobre todo desplazándome con el caballo y cuando se acumula un grupo de enemigos alrededor. Por lo demás, tanto en combates en campo abierto como los enfrentamientos contra jefes finales, la experiencia ha sido muy satisfactoria. De hecho, el rendimiento no se ha visto comprometido en ningún momento de forma catastrófica.
Además de esta modalidad para un solo jugador, he destinado gran parte de la beta a probar el componente multijugador para apreciar algún problema en la conexión, entre otros. El resultado se ha repetido y ha sido perfecto en la mayoría de ocasiones, tanto probando la invasión de otros mundos ajenos y el propio, como colaborando con otros jugadores para acabar con los jefes. Un rendimiento muy positivo en líneas generales el que nos ofrece en PS5 que hace que, al fin, podamos sacar el máximo rendimiento jugable a un título creado por From Software.
Conclusión
Elden Ring ha demostrado con esta beta que, sin duda, es uno de los más firmes candidatos a ser GOTY en 2022. From Software ha llevado la fórmula Souls a un territorio en el que lo viejo y lo nuevo conviven en perfecta armonía. Contamos las horas que quedan hasta que podamos perdernos en su mundo a partir del próximo 25 de febrero de 2022, cuando podremos jugarlo en PS4 y PS5.