A falta de unos pocos días para el lanzamiento de Yakuza Like a Dragon: Infinite Wealth me surgen varias dudas sobre como Ryu Ga Gotoku Studios va a representar algunos aspectos controvertidos que son marca de identidad de la saga. Uno de ellos son los conocidos Hostess Clubs en la saga Yakuza.
Japón, reconocido por su avanzada tecnología y elevados estándares de vida, no escapa de desafíos sociales y aspectos oscuros. El exceso de trabajo (Karoshi), las presiones sociales y académicas, junto con la desigualdad de género, persisten como elementos presentes en la vida cotidiana japonesa.
Sin embargo, el propósito de este artículo es sumergirse en un aspecto en específico: la vida nocturna japonesa, en particular, los clubes host/hostess representado en la saga Yakuza. Para entender este fenómeno, primero exploraremos sus orígenes y los servicios que ofrecen a los habitantes de Japón.
Un poco de historia
La cultura de los hostess o mujeres de compañía en Japón tiene sus raíces en la posguerra de la década de 1960. Después de los estragos de la Segunda Guerra Mundial, Japón experimento una era de rápido desarrollo económico y cambios culturales significativos. Durante este periodo, surgieron diversos establecimientos de entretenimiento nocturno, y los clubes con hostess se consolidaron como una parte esencial de la vida nocturna japonesa.
Estas mujeres desempeñan un papel clave al atender a los clientes, ofreciéndole no solo bebidas, sino también compañía, conversación y entretenimiento. Su habilidad para socializar y crear un ambiente agradable las convierte en piezas fundamentales de la experiencia nocturna. Es crucial destacar que el rol de las hostess puede variar ampliamente, y no todas las interacciones en estos establecimientos tienen un tono romántico o íntimo. Más allá de las expectativas convencionales, las chicas aportan una dinámica única que va más allá de lo superficial.
Hostess Clubs en la saga Yakuza
Ahora bien, este aspecto de la vida nocturna japonesa ha sido representado por la saga Yakuza desde sus orígenes, incorporando de manera ingeniosa elemento de los clubes hostess para ofrecer entretenimiento y desafíos en su trama. La presencia de estos clubes en la narrativa de Yakuza es evidente, ya sea de forma directa o indirecta.
Estos elementos a menudo se entrelazan con misiones secundarias, añadiendo capas de complejidad a la historia. También, en ocasiones, se integran en la trama principal, como lo evidencia la presencia de personajes clave, como Saeko en Yakuza Like a Dragon.
En el caso del último título que se lanzó, Like a Dragon: Gaiden, el juego nos sumerge en la experiencia en Sotenbori, donde podemos sumergirnos en clubes de hostess. Aquí, tienes la oportunidad de interactuar con las chicas, ganándote su afecto a medida que profundizas en las conversaciones.
La recompensa por cultivar estas relaciones llega en forma de trofeos (Vip Celestial/Vip del Castillo) cuando logras conquistar el corazón de todas las trabajadoras en los dos clubs disponibles.
Ahora, surge la pregunta intrigante: ¿Cuál es el propósito del estudio al incorporar este tipo de contenido en sus juegos? Dos posibles respuestas capturan nuestra atención:
La primera perspectiva, y la más coherente, sería la denuncia de estas prácticas. Gracias a la saga Yakuza, muchos de nosotros hemos tomado conciencia de los problemas presentes en Japón, particularmente en las áreas grises y barrios de clase social baja. En este contexto, jóvenes se ven atrapados en deudas impagables y son obligados a trabajar en lugares que ofrecen servicios de compañía a clientes, una realidad que guarda similitudes con la cultura occidental.
La segunda perspectiva, personalmente inclinada hacia ella, es el entretenimiento que brinda a los jugadores más leales de la saga. Se trata de lo que comúnmente se denomina “fan service”: elementos adicionales a la trama principal, diseñados para divertir o cautivar al público.
Un objetivo: atraer al público masculino
Mi argumento se centra en cómo la saga Yakuza presenta los clubes de manera segmentada. En la mayoría de los casos, los trabajadores representados son mujeres, a pesar de que actualmente se está hablando mucho sobre los host clubs, donde las clientas solicitan servicios de compañía a chicos jóvenes. Es crucial señalar que estas prácticas pueden ser aún más abusivas y controvertidas que las ocurridas en los Hostess.
Este enfoque selectivo sugiere que el estudio entiende que la introducción de chicas de compañía en sus títulos genera un fuerte atractivo y entretenimiento para sus usuarios masculinos en general.
Este aspecto me resulta bastante incómodo dentro de una saga tan destacada en muchos aspectos donde existe el potencial de denunciar elementos corrosivos de la sociedad japonesa. Ahora la pregunta que toca responderse es: ¿Que hará Like a Dragon: Infinite Wealth respecto a estos clubes?. Siendo este título el más occidental… ¿Se acercará cada vez más a la representación nocturna que propone la saga Grand Theft Auto?, En pocos días lo descubriremos.