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Kingdom Hearts II no era tan bueno

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Detesto Kingdom Hearts: Chains of Memories. Un juego de cartas que puedes romper es un mal juego de cartas. La historia es… mejorable. Tal vez salvando a los nuevos personajes, el juego no alcanzaría el aprobado justo; pero lo peor (y lo mejor) de la saga llegaría justo después de Chains of Memories. Kingdom Hearts II está catalogado como uno de los mejores juegos de la saga de Square Enix e incluso del catálogo de PlayStation 2 y creo al cien por cien que todos nos hemos equivocado en alabar un proyecto que no cierra ningún arco de desarrollo y abre otros tantos. Empezando por el cambio de mentalidad con Sora, nuestro protagonista. En el anterior título principal, el elegido de la Llave Espada es un crío que, pese a su edad, demuestra ser un chaval con un par de cualidades, demostrando su valía en el campo de batalla y su bondad hacia sus amigos e incluso enemigos. La «base» de ese Sora sigue perenne… pero con un tono aún más infantil, mucho más. No llega a ser en los últimos compases de la historia en las que demuestra ser alguien útil e incluso nos recuerda por qué es el protagonista.

Hablando de Riku, en esta entrega empezamos a ver a un Riku mucho más solitario que en la primera entrega, culpándose de haberse dejado guiar por la oscuridad. No será la última vez que nos sorprenda realmente. Kairi, la pobrecita, no deja de ser una vez más la damisela en apuros. Porque Kingdom Hearts es un juego muy japonés aunque orientado al mercado occidental y una chica no puede siquiera dar un espadazos o dos sin soltar una bobada dictada por la mano de un nefasto escritor.

Tetsuya Nomura ha sabido «diseñar» muchos personajes femeninos que tienen una cualidad. Tifa es una mercenaria que lucha por el amigo de su infancia y por derrocar a una empresa muchimillonaria. Aeris, además de ser «una niño muy especial» fue un personaje que marcó a muchos de los fans de la franquicia y no olvidemos luego a Yuna de Final Fantasy X; una niña que arrastra un trauma por no ser tan poderosa y querida como lo fue su padre. Si bien, existen casos como Rinoa de Final Fantasy VIII; cuya mentalidad se mantienen durante el trayecto del juego, pero su visión cambia conforme vive los crímenes de guerra que comete Galbadia y la Bruja.Podríamos quedarnos aquí, con el desarrollo desastroso que tiene esta secuela con sus personajes y su historia, pero todavía hay carne que cortar y no hemos visto ni una porción de su jugabilidad… que para sorpresa de muchos, es posible romperla y es aquí donde vemos la carencia del combate que a pesar de ello sigue siendo un espectáculo de animaciones; vibración y combos infinitos.

Llegados a este punto, debería terminar no recomendando jugar a Kingdom Hearts II. Recordemos que llegó a salir en una consola donde Metal Gear Solid 2 estaba disponible. Había más opciones ahí, como Persona 3 y 4; Valkyrie Profile: Silmeria, Star Ocean 3, Disgaea 1 y 2, Final Fantasy X y XII… había muchas opciones dentro del rol japonés ¿Entonces por qué jugar a Kingdom Hearts II? Bueno, creo saber la respuesta. Terminaré narrando un poco sobre el inicio de este título y sobre Roxas, el salvavidas de la saga y de su creador.Al igual que en el primer Kingdom Hearts, volvemos a encontrarnos con uno de los mejores tutoriales de la historia del videojuego. Es un hecho, no una opinión. Vivimos las vacaciones de verano de Roxas, un chico que al parecer también es el elegido de la Llave Espada. Conforme pasan los días, nos encontramos con una verdad que luego se expandirá en un infravalorado juego de la franquicia; llamado Kingdom Hearts 358/2 Days. Roxas pertenecía a la Organización XIII, cuyo propósito era reunir corazones para formar el Kingdom Hearts y volver a ser humanos, ya que las personas que formaban la organización eran los llamados «incorpóreos», seres que carecen de corazón; la otra mitad que perdemos junto a nuestro corazón.

La realidad golpea de forma contundente a nuestro joven amigo y aunque no comprendemos todo lo que quiere narrarnos (de nuevo, el guión es uniforme pero la narración tampoco ayuda), sabemos que Roxas forma parte de Sora y para que este vuelva a estar completo… Roxas debe desaparecer. A pesar de volver a ver su mejor amigo; Axel… a pesar de volver a recordar todo y el porqué de sus actos, decide unirse a Sora. Son unos primeros compases que dejan al jugador con una brecha en el corazón y que, conforme repitamos la aventura en años posteriores, sabremos el significado de todo y será aún más dramático.

Kingdom Hearts II es un espectáculo trans-media. Ahora, los combates contra los jefes finales gozan de unas cinemáticas interactivas y vemos más «peso» en el combate; a pesar de ser una involución al planteamiento original. La banda sonora vuelve a funcionar de manera excepcional y creo que por eso entiendo el por qué, a pesar de lo que dije en párrafos anteriores, es el título más querido de la franquicia.

La adolescencia es un paso enigmático, con muchos baches y cuando nos hacemos mayores nos da tanta vergüenza reconocernos en esas fotos o en esas conversaciones. Lo mejor que podemos hacer es abrazar nuestras acciones; saber que disfrutaste lo poco que te daba el día a día y Kingdom Hearts II es una fantástica metáfora sobre esa etapa; una de esas un tanto oscuras pero que brillan en la nocturnidad de las calles de Villa Crepúsculo.

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